Disputándose a mi mamá - Relatos Eróticos

Disputándose a mi mamá

Este bochornoso dramilla sucedió cuando yo estudiaba el quinto semestre en la preparatoria, por entonces mi madre tendría unos 45 años, y tenía varios pretendientes como los tiene cualquier mujer bella, aparte de los abundantes atributos denotaba mucha elegancia en el vestir y persuasivo caminar.

Yo soy el menor de 3 hermanos y una hermana, mi madre nos da a todos nuestro lugar, pero el hermano un poco mayor que yo y es el que aún vive en la casa, como que recibe ciertos privilegios de ella, por ejemplo la llave de su cuarto y entra cuando quiere, siempre y cuando no esté mi padre.

Mi madre tiene el hábito de tomar un baño al salir el sol, para al salir de la regadera tomar un poco del astro en su cuarto, y lo hace tal como vino a la tierra sin hoja de parra.

Algunas ocasiones que he subido por la mañana a lavar mi ropa, también he admirado a mi madre asoleándose desnuda sobre de su cama, entrando los rayos de las manos solares por el ventanal de su recámara, su postura más constante era tenderse boca abajo, y las largas y bastas piernas las separaba dejando entrever el sombreado nido de su palomita, además la plegada gruta de sus nalgas de amplia cobertura, y toda entera era infinitamente hermosa.

"La verdad histórica" es la presente: "Mi mamá estaba tomando el sol en pelotas acostada en su lecho, mi hermano entró quién sabe a ...

... qué... y mi padre cuando entró de la calle subió a ver a mi madre, la puerta estaba abierta y cuando él entró él otro salía, y ahí fue cuando empezó la discusión y los golpes; cuando por fin logramos apaciguarlos mi padre salió a la calle y se fue en su auto, pero vi que llevaba sangrando los labios y un ojo hinchado, mi hermano no tenía nada y se encerró en su cuarto, mi madre también sagraba de la nariz por el manotazo recibido, estaba como ausente y petrificada regargada en el barandal, le hablé y me contestó muy aturdida, fue cuando la tome del talle y la acosté en su cama cubriéndola con un chal.

Como a las 2 horas, ya serían a las 6 o 6 y media de la tarde, cuando volvió mi padre acompañado por 2 patrullas, pues fue a la delegación a demandar a mi madre y mi hermano, por agresiones y amenazas. A los dos los llevaron a la delegación, los tuvieron en receso un ratote, y después los encerraron en una celda juntos, pero en esa celda estaban 3 malandros, aunque por fortuna el problema se arregló pronto.

A la delegación llegó un hermano más mayor que estaba en contra de mamá, pero llegó mi hermana también mayor y estaba a favor de mamá; la cuestió fue que se retiró la demanda y salieron "pero con mordida".

Desde luego que en la delegación nunca se supo la verdad a "calzón quitado"... porque "los trapitos sucios se lavan en casa".