Botellón frustrado - Relatos Eróticos

Botellón frustrado

... mente era sólo para Lili y para mí. "Venga, ¿qué contestas?", me dijo sin tiempo para asimilar la idea. "Es que…". "Es que ¿qué?", me contestó separándose un poco de mí, sacando su cara de encima de mi respiración, y mirándome a los ojos. Me fijé que los tenía rojos, mezcla de la excitación del momento y de los cubatas que empezaban a hacer su efecto. Al momento, su prima también paró de bailar, y se quedó como una piedra, sin mover un músculo, con la mirada clavada en nosotros. Pasaron unos segundos, que para mi fueron muy cortos y para Lili y Nuria fueron eternos.

La idea me excitaba, pero para dos solamente… "Bueno… ¿qué?", inquirió mi novia, que se la notaba ya un poco impaciente. Asentí con la cabeza, y al moento las dos primas pusieron una gran sonrisa en su cara, y saltaron como locas alrededor mío, con la música sonando y cantando a grito pelado. Al rato, cuando oscureció casi del todo, recogimos los vasos y botellas vacías, lo guardamos todo en el coche y nos montamos rumbo al descampado, a las afueras de la ciudad, lo que llaman "El Cerro Chico". Yo iba delante (conducía), y las dos primas detrás. Estuvimos en marcha como unos veinte minutos, tiempo en que las dos chicas estaban nerviosas. No paraban de reirse, cuchichearse en el oído y moverse adelante y atrás de la furgoneta, y se las notaba nerviosas. Lili me dijo que parara en un camino forestal que había a la derecha, y que internara un poco por él, y así lo hice. Cuando me lo indicó, yo paré la furgoneta. ...

... Al momento, mi novia se bajó y me dijo que me sentara al lado de su prima. Ahora el nervioso era yo. Antes de entrar otra vez en la furgoneta, Lili me dio un beso, corto pero muy dulce en los labios y me susuró al oído "Disfruta".

Me senté con Nuria a mi derecha y Lili a mi izquierda. Mi novia puso cara de pillina y dijo con musicalidad que por qué no le enseñaba lo que tengo a su prima. Puse cara de no saber qué era eso, pero a un beso suyo, entendí rápidamente lo que era. Me bajé el pantalón y los calzoncillos, dejando al aire mi pene, que aún estaba dormido. Nuria lo miraba con cara de satisfacción y lascivia, y Lili ya lo tenía visto. Sus besos y caricias en mi cuello y hombros (uno de mis puntos débiles), añadido a la excitación del momento, hicieron que mi polla se fuera agrandando un poco. Cuando tomó un tamaño que Lili consideró apto, dejó los besos para otra cosa (mi polla), y con una mirada a su prima y un "Ahora te voy a enseñar", empezó a comerme el rabo delante de su prima, que mirába atónita al movimiento de cabeza de mi novia.

Primero de daba besitos y pasadas de lengua por la punta y el tronco, subía de abajo a arriba y volvía a bajar, hasta que en una de esas subidas, se enterró mi falo en su cavidad bucal. Yo al momento, comencé a pasar la mano por la espalda de Lili, y también se la pasé por detrás de los hombros a Nuria, que miraba extasiada cómo me chupaba la polla su prima. Al ratito, Nuria se comenzó a agachar en dirección a mi falo y a la cabeza ...