1. Mi casero el africano


    Fecha: 23/08/2019, Categorías: Intercambios Autor: PaulinatvCDMX, Fuente: CuentoRelatos

    Hola, y gracias por seguir leyendo mis relatos, les recuerdo mi nombre: soy Paulina, una mujer Tv a medio tiempo, esto básicamente quiere decir que aunque si salgo vestida de mujer a la calle y realizó la mayoría de mis actividades como tal, aún hoy en día me veo obligada a tener que realizar algunas pocas como niño, algunos trámites relacionados a mi negocio y a mi hogar básicamente, pues aún no me decido a dar el gigantesco pasó de cambio de género.
    
    El relato que hoy les contaré tiene que ver con mis años como estudiante universitaria, casi en la etapa final de mi carrera le pedí oportunidad a mis padres para que me ayudaran a independizarme, por lo que me ayudaron a rentar un pequeño departamento por la zona del metro rosario, la única condición de mis padres fue que ellos pagarían el depa y lo referente a mis estudios, sin embargo tendría que hacerme cargo de mis gastos personales, por lo que me vi en la necesidad de buscar un trabajo después de la hora de mis estudios.
    
    El departamento era céntrico entre mi universidad y la oficina en donde entre a trabajar como auxiliar. Este relato tuvo lugar en la ciudad de México y sucedió por allá año 2008, cuando tenía yo 21 Añitos, ya para ese momento yo era un chavo gay totalmente declarado, me vestía de mujer mayormente en la intimidad de mi departamento, sin embargo si salía con regularidad a fiestas y citas, y ya lo hacía con ropas femeninas, y sin penas ni miedos, pues afortunadamente me toco aterrizar en una zona donde ...
    ... había mucho movimiento juvenil, por la cercanía de las mismas universidades, por tal motivo había muchos homosexuales, travestis y transexuales en la zona, y por ende había mucha tolerancia por parte de los vecinos.
    
    La zona donde yo vivía era un conjunto de edificios departamentales, aparentemente pequeños, pero una vez adentro de los edificios te percatabas que su distribución estaba bien realizada, absolutamente todos constaban de dos habitaciones, un baño pequeño pero decente, a la entrada, cada departamento tenía espacio para una mesa con 4 sillas y para una sala, además contaba con una cocineta, con un par de anaqueles, estufa eléctrica, dividido por una pared donde estaba una pequeña barra para el refrigerador y que además servía como dispensario, en las habitaciones cabía una cama hasta matrimonial, y quedaba buen espacio para algunos muebles bien acomodados, frente al espacio designado para las camas todas las habitaciones contaban con un closet pequeño, pero si sabias acomodarlo podías hacer maravillas, (lo sé, pues en el closet de mi habitación estaba mi ropa de niño y la de niña).
    
    Los edificios eran de 3 plantas, cada planta tenía 4 departamentos, hasta arriba en la azotea todos tenían asignada una zona para su lavadora y una jaula para tender la ropa. El dueño del departamento, mi arrendador, Don Kujah, un hombre de aproximadamente 55 años, de pelo cano y siempre corto, de padres africanos, obviamente era de piel negra, muuuy alto, hablaba español perfecto ...
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