1. Sandra – Mi primera vez


    Fecha: 21/08/2019, Categorías: Gays Autor: Little Sex Warr, Fuente: CuentoRelatos

    Pero un largo viaje con mi novio, cuando ya teníamos tres años de relación y faltando poco menos de un año para nuestra boda, termino con las buenas intenciones de cumplir con las enseñanzas de mi madre. Les quiero platicar la forma más bella en la que ambos perdimos nuestra inocencia.
    
    Mi nombre es Sandra, actualmente soy una mujer de más de cuarenta años, con dos hijos y una historia familiar plena. Aunque hoy en día mi cuerpo no tiene nada que ver con el que tenía a los 22 años, mi esposo me sigue viendo atractiva, y el fuego de la pasión no se ha apagado en ninguno de los dos. Mínimo dos veces a la semana seguimos haciéndonos el amor.
    
    Hace 23 años, una chica delgada, pero atractiva, con un par de piernas y unas nalguitas bastante antojables, con senos pequeños pero firmes, cumplía tres años de noviazgo. Aunque en ese tiempo, hubo varias oportunidades de pasar de los besos y las caricias y de los fajes muy atrevidos al sexo, ambos deseábamos que nuestra primera vez, fuera una vez que formalizáramos nuestra relación en el matrimonio.
    
    Faltando unos seis meses para este, salí de viaje con una amiga al norte del país, donde vivía toda su familia, pero el destino quiso que estando allá, ella enfermara y no pudiera regresar conmigo. Motivo por el cual, le hable a mi novio y le pedí me alcanzara, para regresarnos ambos en el automóvil en el que habíamos viajado mi amiga y yo.
    
    Mi novio (Esteban), viajo durante 20 horas en autobús, para alcanzarme, había que regresar lo ...
    ... más pronto posible, por lo que al llegar, solamente paso a visitar a mi amiga al hospital e iniciamos el regreso, como solamente teníamos el fin de semana para viajar, decidimos aprovechar la mayor cantidad de tiempo viajando. El plan inicial era cubrir la mitad de la distancia, hasta una población donde el tenia familiares. Pero el camino era largo y ya avanzada la noche, Esteban se encontraba sumamente cansado de manejar. Había que parar a dormir y descansar. Por lo que decidimos únicamente llegar hasta la primer población que se cruzara y ahí buscar un hotel donde pararnos.
    
    Encontramos un hotelito sobre la carretera justo a la entrada del pueblo, donde paramos para reposar por unas horas. Era la primera vez que pasaríamos la noche solos y desde la forma en que nos registramos fue curiosa, eso de identificarse como señor y señora fue sumamente romántico y a la vez electrizante, cuando pasamos a la habitación y ver que solamente contaba con una cama, aumento todavía más la sensación de nerviosismo en ambos. Como la idea era, aprovechar para dormir y descansar, tratamos de apaciguar nuestros sentimientos y nos acostamos rápidamente, pero el deseo era grande y ambos curiosamente, nos metimos a la cama solamente con nuestra ropa interior.
    
    Como les comente, anteriormente ya habíamos pasado momentos sumamente ardientes que nos habían llevado a tener uno o dos fajes, donde no habíamos pasado de desvestir nuestros torsos, Esteban ya había probado el sabor de mis senos y había ...
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