Lara, una chica muy obediente (7)
Fecha: 21/08/2019,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
Lara sintió al despertarse a la mañana siguiente un intenso ardor en las nalgas y entonces recordó la paliza que Juani le había dado. Ella debió contar cada cintarazo y después decir: “Por haber actuado por cuenta propia.”
Su culo ya venía sensible por haber sido azotado con vara por la celadora y entonces el cinto de Juani había provocado efectos especialmente dolorosos.
Cuando salió de la cama Juani estaba terminando de vestirse y Eva duchándose. Se acercó a la morena y la saludó como le estaba ordenado, de rodillas y besándole la mano:
-Buenos días, señorita Juani. –dijo y la chica la autorizó a incorporarse. Lara estaba en ropa interior, sujetador y braguitas pequeñas de color blanco y la expresión somnolienta de su rostro acentuaba su sensualidad. Juani la atrajo hacia ella y le estampó un sonoro beso en los labios justo cuando Eva salía del baño.
-Venga, dúchate. –le ordenó y allí fue Lara, presurosa, luego de repetir con la rubia el saludo en sumisión.
-Es increíble lo domadita que ya la tenemos. –dijo Juani cuando quedaron a solas.
-Es que es esclava hasta la médula y se lo hemos hecho descubrir, tía. –sostuvo Eva, y agregó con una sonrisa perversa:
-Ya verás lo que le tengo preparado para el almuerzo.
-¡Oye, cuéntamelo! –se exaltó Juani.
-No, creeme que lo disfrutarás más si lo ignoras.
-Mmmmhhhhh, conociéndote, ya me da pena la pobre niña, jejeje…
…………….
Terminó la jornada de clases matutinas y al mediodía Eva, Juani y Lara se ...
... encontraban en el comedor. A Juani le costaba controlar su impaciencia ante lo que Eva le tenía preparado a la esclavita y varias veces intentó en vano averiguar, aunque fuera una pizca de aquello. La respuesta de la rubia siempre era la misma, que iba acompañada de una sonrisa perversa:
-No te apresures, tía, ya lo sabrás.
Poco después las camareras distribuían en las mesas el almuerzo de las alumnas. El plato consistía en chuletas de carnero con puré de patatas y cuando el suyo en la mesa se aprestó a comer, pero Eva le dijo:
-Corta esas chuletas en trozos pequeños.
Lara la miró extrañada.
-Corta esas chuletas en trozos pequeños. –volvió a decir la rubia con tono amenazador, como mordiendo las palabras.
Lara obedeció sintiendo que la iba ganando una oscura inquietud. Por fin sus chuletas estaban trozadas y entonces Eva le dio una orden tan inesperada como terrible, que hizo lanzar a Juani un gritito entusiasta:
-Deja el cubierto. Vas a comer como la perrita que eres, tomarás cada trozo de carne con los dientes y para el puré usarás la lengua.
Fue tal la desesperación de la niña que se atrevió a hablar sin el permiso de sus Amas:
-Pero… ay, señorita Eva… Por favor, estamos… estamos en…
-¡Haz lo que te he dicho, perra estúpida, o ya mismo te denunciaré por ladrona ante la Directora!
A Lara se le llenaron los ojos de lágrimas y al comprender que no tenía salida fue inclinando el rostro lentamente hacia el plato.
Eva la contemplaba con sádico ...