1. El peluquero


    Fecha: 20/08/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    En la secundaria en la que yo estudiaba, la disciplina era muy rígida y entre sus normas se encontraba la de llevar el pelo corto sin que tocara el cuello de la playera y las orejas descubiertas.
    
    Mi primer día de clase me leyeron la cartilla así que a la salida tuve que ir a cortarme el cabello.
    
    En mi colonia había un peluquero muy afamado por lo que mi padre me llevo con el y le encargo que me cortara para la secundaria. Toño, el peluquero, me miró de arriba a bajo y sonrió y me dijo que esperara mi turno. En la espera, comence hojear revistas y me entretuve en una prono. La pena me invadía pero mi calentura era más grande y de pronto, mi pene ya estaba a mil.
    
    Toño noto esta circunstancia y sonrió. Llegado mi turno, me subo al banco y note que yo era el único que quedaba. El comenzo a prepararme y a meter tijera. Me pergunto si me había gustado la revista y yo me puse rojo de pena; me dijo que no me apurara que era normal que me calentara.
    
    Al poco rato y una vez en confianza, me percato de que el tenía un culo bien redondito y el al notar mis miradas furtivas, recarga sus nalgas en mi rodilla y comienza a apretarlas; no sabía que hacer pero mi pito ya estaba duro.
    
    Acabo de cortarme el pelo y comenzo a sacudir con su brocha los cabellos que estaban sobre mi cuerpo pero el hizo una pausa prolongada en mi paquete y de pronto, ¡comenzo a tocarme! Yo estaba nervioso pero muy muy caliente.
    
    El desabrocho mi pantalón y con suma maestria saco mi verga adolescente ...
    ... y comenzo a apretarla y de pronto, empezó a masturbarme hasta que mi leche explotó en sus manos. Me limpió con una toallita humeda y me dijo que volviera cuando quisiera.
    
    Al mes siguiente acudí de nuevo a tocarme el corte y Toño me guiño un ojo al verme entrar a su negocio.
    
    Al legar mi turno, cerró la peluqueria y me dijo que si me había gustado nuestro primer encuentro; no conteste pero el ya estaba quitándome la camisa y desabotonando mi pantalón y así, en menos de un minuto, estaba en puros calzones.
    
    El empezó a cortar cabello y me tocaba el paquete hasta que de pronto me dijo que levantara las piernas para quitarme mis calzones; obedecí y el me levantó un poco las piernas y paso su lengua por mis huevos. Después, reclino más el banco hasta tenerme casi acostado, encuerado y muy excitado.
    
    El empezó a masturbarme y a morder mis tetillas, lamer mis huevos y besar todo mi cuerpo; después, se desnudo y me pidió que le metiera un dedo, luego dos y luego tres, la estampa era insuperable: el con el culo parado y con mis dedos adentro y yo con mi verga en sus manos jalándola violentamente. No pude más y eyacule con enorme placer.
    
    Iba a retirar mis dedos cuando el me dijo que era su turno para gozar así que me untó vaselina en mi tranca y me ordeno que le lubricara el culo. Yo estaba asustado pero mi verga no puesto que ya estaba bien parada. Me pide que suba mis piernas y que me agarre los tobillos cosa que hice; el tomo mi pinga y comenzó a metersela por el ojete. ...
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