1. A mi cuñada le di su merecido


    Fecha: 16/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Toni, Fuente: CuentoRelatos

    Hola a todos soy un chico de 26 años da Andalucía, España y la siguiente historia es totalmente verídica.
    
    Tengo novia desde hace 5 años, ella tiene una hermana de 20 años que aquí al llamaré Sheila por motivos varios. Bueno Sheila es una chica bonita de cara, un culo bastante duro y lo mejor son sus tetazas (debe tener una 110) ella lo sabe y está orgullosa de eso, además es lo que le falta a mi novia, que está muy bien, pero de tetas anda algo justa. Si mi cuñada perdiera 3 kilitos estaría cañón.
    
    Llevo una vida sexual bastante activa y satisfactoria, pero me gusta mirar a las chicas tontear, roces, en fin soy un puto morboso.
    
    Bueno todo empezó hace unos dos años, antes siempre la había visto como una niña inofensiva, ella desarrolló su cuerpo y creo que también sus hormonas.
    
    Fui como siempre a recoger a mi novia a casa de su familia, me abrió la puerta Sheila.
    
    -hombre cuñado -me dijo, me dio dos besos restregándome sus tetas lo máximo, sintiendo unas tetas muy apetecibles al no llevar sostén.- Siéntate mi hermana está en la ducha.
    
    Estaba viendo la tele tranquilamente hasta que ella se puso a limpiar el polvo del salón, con ese gran escote y esos movimientos me pusieron malo. Ese fue el día que despertó en mí un interés hasta entonces nulo.
    
    Pasaron los meses y el roce de las tetas conmigo es cotidiano se insinúa bastante creo que esta calentona y como no se desahoga con nadie lo hace conmigo.
    
    Un día en la playa fue escandaloso, llevo un colchón y ...
    ... estuvimos jugando en el agua...
    
    Joder que día, se le salió la parte de arriba varias veces con nuestros juegos y peleítas (creo que no se apretaba bien el bikini)... por fin le vi las tetas enteras, eran como me las había imaginado en grandiosas pajas, gordas, duras, aureola grande como una galleta de color rosáceo y un pezón gordo y abultado quizás por el agua.
    
    Creo que a partir de ese día ella paso al plan B, estábamos los dos calentones con tantos juegos y roces pero yo era cauto y no me lanzaba, no me fiaba de ella, siempre había sido muy recatada con los chicos, además se llevaba muy bien con la hermana, mi novia.
    
    El plan B consistió en acoso y derribo a mi pollón (de unos 21 cm.) sin dejar de lado claro está el roce de tetas y escotes gigantes o ese pijama casi transparente y sin sujetador.
    
    Todo empezó en el sofá de su casa, alquilamos una peli y la muy golosa se puso en medio de los dos. Se hacia la tonta apoyándose aquí y allí y fueron varias veces que me puso la mano en el bulto de mi pantalón, pero siempre disimuladamente, estoy segura que ella hasta entonces no había visto ni cogido una de verdad y quería averiguar cosas.
    
    Yo me estaba poniendo malo allí empalmado no me pude levantar ni al servicio para que mi novia no lo viera.
    
    La semana siguiente prueba de fuego, salida a la discoteca, íbamos un poco cargados de alcohol y estuvimos bailando esas canciones latinas que dan tanto juego, me estaba poniendo malo pero llego un baile que colmó el vaso: ella ...
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