1. Mi nacimiento y evolución en el sexo III


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Incesto Autor: argamedon40, Fuente: SexoSinTabues

    Juan y su madre tuvieron mas relaciones, yo participé en algunas de ellas pero nunca solo con ella. El al principio él me contaba mas cosas y poco a poco esos comentarios fueron disminuyendo. El, al final del verano se fue a Madrid capital al nuevo colegio, solo volvía los fines de semana, hablábamos por teléfono aunque entonces no era tan fácil, así que procurábamos estar juntos los fines de semana y nos contábamos nuestras cosas. Nuestra relación sexual había terminado, por lo menos por el momento, él había conocido a una compañera que vivía en un piso cercano al suyo con otro grupo de chicas, según me dijo aunque aún no habían consumado estaban muy a menudo solos en la cama. Un día, cuando Juan estaba en Madrid, me encontré con Elsa en la calle - Hola Raúl, ¿Cuánto tiempo sin verte? - Buenas tardes, es que ando muy ocupado y como no está Juan - Para visitarme no hace falta que esté mi hijo, eres su mejor amigo y siempre eres bienvenido. ¿Qué te parece si el jueves por la tarde vienes después de clase?, podríamos charlar un rato y merendar. Yo aturdido por su oferta le respondí que conforme, que iría el jueves a las cinco después de clase. Era martes, así que ese día y el siguiente los pasé dándole vueltas y excitado. ¿Volvería a suceder lo de antes, cuando Juan y yo estábamos con ella?, pero no estaba su hijo, ¿Qué iba a suceder? Esos dos días me pajeé pensando en lo que podía llegar a suceder y recordando nuestras actuaciones. El jueves pasé el día en clase sin enterarme ...
    ... de nada, mi mente estaba en casa de Juan, en el cuerpo de Elsa y en mis hormonas que estaban totalmente alteradas. Por la tarde después de clase me fui a casa de Elsa, había avisado a mis padres de que iba a casa de un amigo y que llegaría sobre las nueve. Toqué el timbre y me abrió, allí estaba, como Venus esculpida, como la diosa que era, preciosa, con un vestido holgado por el que asomaban el comienzo de sus pechos, como dos caramelos destinados a chuparlos. Me cogió de la mano y diciéndome “Hola Raúl” me llevó hacia adentro cerrando la puerta. Fuimos al salón donde encima de la mesita baja tenía unos pasteles de crema , dos tazas y no sabía si té o alguna otra infusión. Nos sentamos en el sofá, ella me cogía las manos y me preguntaba que tal el Colegio, que si llevaba bien el Preuniversitario, que era muy importante que estudiase para ir a la Universidad…, hasta que me preguntó si tenía alguna amiga especial. Le contesté que no, que a veces salía con alguna pero que nada importante. Entonces me cogió la cara y me besó, yo respondí, no como la primera vez sino que mi respuesta fue apasionada, mi boca se abrió, buscó la suya, su lengua, entramos en una pelea que formaba parte de una batalla. Sus manos fueron hacia mi entrepierna, le facilité la tarea tirándome hacia atrás y permitiendo que me bajase la ropa. Cogió mi herramienta y empezó a masajearla mientras nuestras bocas otra vez seguían su juego, mis manos se lanzaron a sus tetas, las recordaba grandes, duras, pensaba ...
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