1. El aperitivo


    Fecha: 02/09/2017, Categorías: Hetero Autor: concepto, Fuente: RelatosEróticos

    Me había levantado temprano, Violeta aun dormía cuando salí de casa a correr un poco, era domingo, la mañana era fresca y era el momento perfecto para hacer deporte. Estuve más o menos una hora corriendo. Cuando llegue a casa oí como Violeta se duchaba, me preparé un zumo, me lo bebí y esperé a que terminara en la ducha para entrar yo.
    
    Nos cruzamos en la puerta del cuarto de baño, casi ni nos vimos, ella iba envuelta en toallas, una para su cuerpo, le cubría desde el pecho hasta los pies, y otra en el pelo haciendo uno de esos rulos tan graciosos que se ponen las mujeres.
    
    Tengo un espejo pequeño para afeitarme mientras me ducho, muchos domingos no me afeito, pero este teníamos una comida con una compañera de trabajo de Violeta y su marido, así que me tenía que poner un poco presentable. Esta llegando el verano, se acerca el momento de la piscina, la playa, el mar, la arena así que me afeité y, aunque a Violeta le gusta que tenga algo de pelo sobre mi polla, en verano siempre me rasuro por completo, así que decidí que ese era el momento, puse un poco de espuma y pase la cuchilla todo alrededor de mi polla y mis huevos, es una operación que me excita bastante, a veces me lo hace Violeta y luego acabamos jugando un rato, así que me empalme un poco, pero la cosa no fue a mayores.
    
    Salí del cuarto de baño con una toalla rodeándome la cintura, Violeta seguía cubierta por la toalla del pecho, la de la cabeza estaba en el suelo y ella estaba cepillándose el pelo, sentada ...
    ... en el borde de la cama.
    
    - He llamado para anular la comida de hoy- me dijo.
    
    - ¿ Por qué, ha pasado algo?- Aunque a mi aquella comida no me apetecía nada intente parecer desilusionado al preguntar.
    
    - Nada, sólo que prefiero comer en casa- me contesto Violeta sin mirarme y continuando con su pelo.
    
    - Creo que habrá que salir a comprar algo, la nevera está vacía- le dije.
    
    - No te preocupes. Mientras me duchaba he pensado que ya que los dos estamos limpios y frescos, y hoy sólo tenemos esa comida, que no nos engañemos, a ninguno nos apetece, prefiero pasar el día aquí. Ya se me ha ocurrido un menú que te va a gustar- Dijo todo esto mientras se levantaba de la cama y se acercaba a mi.
    
    Violeta estaba frente a mi, con una sonrisa pícara, mirándome a los ojos, agarro la toalla de mi cintura y me la arranco, tirándola a su espalda. Su mirada empezó a bajar por mi cuerpo, sus ojos lo recorrieron lentamente, muy despacio, hasta llegar a mi polla, que estaba un poco empinada.
    
    - ¡ Huy!, que bien, hemos tenido la misma idea- dijo sonriendo y dejando caer al suelo la toalla que cubría su cuerpo.
    
    Ahora fueron mis ojos los que recorrieron su cuerpo, un poco brillante por la crema que se había dado y que su piel aun no había absorbido, y llegué a su coño, completamente rasurado, se había quitado la fina línea de pelo que normalmente recorría su pubis.
    
    Antes de poder decir nada, Violeta se arrodilló y se metió toda mi polla en su boca, yo aun no estaba totalmente ...
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