1. HABITACIÓN 103 –almas gemelas-


    Fecha: 13/08/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: teomiranda, Fuente: RelatosEróticos

    ... lado, roncando y bufando como siempre hacía después de haber estado de putas y alcohol; trató de desperezarse un poco y mitigar el calor de esa hora de la mañana y se vio con las bragas bajadas a la altura de sus muslos, esta noche otra vez este hombre me ha follado, ojala no me haya preñado de nuevo, se dijo; tomó un poco de papel higiénico de cerca de la cama y limpió su sexo, cuando comenzó a subirse las bragas advirtió los moretones en su cadera, en su estómago, sobre su pecho y pensó si eso era vida para ella, después de cinco partos y un aborto de vida en pareja con el animal que yacía a su lado. Sus lágrimas un día más le dieron los buenos días como casi todos los días de estos últimos seis años, cinco partos y un aborto. Se prometió no dormir, no volver soñar.
    
    Aquella mañana a diferencia de otras mañanas de jueves despertó con su cuerpo aterido de frio, estaba casi destapado del todo, trato de arroparse pero algo lo impedía; la mano de su esposa estaba aferrada a su miembro ...
    ... erecto.
    
    Así las cosas, se dijo, aprovechemos y, tomando la mano de su esposa, comenzó a moverla abajo y arriba de su pene, apareciendo una cabeza brillante y rosada amenazante.
    
    Mecánicamente, después de soltar su mano, ella continuó con los movimientos que él había comenzado; cada vez más rápido movía su mano bajando y subiendo la piel del miembro, hasta que sin abrir los ojos se incorporó un poco, acerco a él su boca, abrazo con sus labios la cabeza y poco a poco comenzó a chuparlo.
    
    Sin dejar los movimientos de su mano y acompañándolos con los de su boca, aceleró el ritmo hasta conseguir la descarga de semen que pretendía, su primera leche de la mañana como ella decía a sus amigas. Con su lengua, con sumo cuidado y celo limpió cualquier resto que quedara en toda su longitud y sin soltarla, de nuevo se acostó para seguir durmiendo.
    
    Como cada mañana de jueves él pensó lo poco que le apetecía viajar; cada vez menos. Se prometió no volver a dormir con el estómago lleno para no soñar. 
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