1. Polvazos incestuosos


    Fecha: 13/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... preocupada.
    
    -¡¿No nos oiría?!
    
    Alejandro, apareció en la puerta de la habitación, y le respondió a la pregunta.
    
    -Oí. ¿Puedo mirar como lo hacéis?
    
    -¡¡ No vamos a hacer nada!!
    
    Amaia estaba desbordada por la situación. Alba se metió en cama, y le dijo a su hermana:
    
    -No te está pidiendo que le dejes comer tu chochito, sólo quiere mirar.
    
    -¡No va a haber nada que mirar!
    
    -Yo creo que sí, de lo contrario papá se va a enterar de que eres lesbiana.
    
    -¡No soy lesbiana! Fue un calentón.
    
    Alba tenía mordida a la presa y no la iba a soltar.
    
    -¿A quién creerá?
    
    -¡Serás, cabrona!
    
    Alba, que era la caprichosa de la casa, se echó boca arriba en la cama, y les dijo:
    
    -Desnudarme.
    
    Heidi, le dijo a Amaia:
    
    -Habrá que darle lo que se merece. ¿No crees?
    
    Amaia estaba muy mosqueada.
    
    -¡No!
    
    Heidi le dijo algo al oído a Amaia que le debió gustar, ya que sonriendo, le dijo a su hermana:
    
    -Así que quieres cobrar un precio por no delatarme.
    
    -Quiero. Desnudarme y hacerme cositas.
    
    Amaia, quitando los brazos y las manos de las tetas y volviendo a estirar las piernas, le dijo a Alejandro:
    
    -Siéntate y disfruta de la vista hermanito. No pueden quedar cabos sueltos.
    
    Alejandro, con una sonrisa de oreja a oreja, se sentó en un taburete.
    
    Mientras Amaia desnudaba a su hermana, Heidi le comió la boca. Al tenerla desnuda, la echaron hacia atrás. Amaia le comió las tetitas, que eran como las de Heidi... y Heidi le comió el pequeño coño rasurado metiéndolo ...
    ... todo en la boca. Alba iba a durar muy poco, al ratito, exclamó:
    
    -¡Ay que me corro!
    
    Pararon de jugar con ella. Le dijo Heidi:
    
    -Échate boca abajo en el regazo de tu hermana.
    
    -¿Me vas a comer el chochito por detrás?
    
    -Mejor, te voy a trabajar el culo.
    
    -¡Que morbo!
    
    Alba se echó en el regazo de su hermana. Heidi le pasó la lengua por el culo. Alba echaba el culo hacia arriba para ver si le penetraba el ojete con ella.
    
    -¡Dame, prima, dame!
    
    Heidi, le dio, le dio con la zapatilla.
    
    -¡Plas, plas!
    
    -¡Aaaay!! ¡¡¡Hija de puta!!
    
    Le volvió a dar, pero ahora a toda hostia, y metiéndole un dedo en el chochito.
    
    Alba se corrió jadeando como una perrita. Sus piernas temblaban. Su cuerpo se sacudía y su jugo calentito salía de su coño, bajaba por los muslos de su hermana, se juntaba con el que tenía en la raja abierta y caía en la cama.
    
    Al acabar de correrse. Amaia le dio la vuelta, Heidi, le lamió el coño de abajo arriba, rápido al principio y a toda mecha después, Alba, chillando como una coneja, se volvió a correr, una y otra, y otra vez, hasta cinco veces se corrió antes de perder el conocimiento.
    
    Amaia, al ver durmiendo a su hermana pequeña con aquella carita de felicidad, le dijo a Heidi:
    
    -Le gustó el castigo.
    
    -¡Puuuf! ¡Cómo me puso tu hermana!
    
    -Y a mí. ¿Follamos?
    
    -Por primera vez en mi vida tengo ganas de hombre.
    
    Alejandro, que en ningún momento se había tocado, le dijo:
    
    -¡Para mí no mires!
    
    Fueron a por él y, la verdad, mucha ...
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