1. Polvazos incestuosos


    Fecha: 13/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... boca. ¿Zapatilla?
    
    Amaia, se incorporó y le metió un morreo a Heidi que le dejó el coñito abriéndose y cerrándose.
    
    -Pregunta.
    
    -Comienza por "L" y termina en "A".
    
    -Loba.
    
    -¿Loba? Fallas a propósito. La respuesta es lengua.
    
    Amaia se volvió a incorporar y le comió la lengua con otro morreo. El coñito de Heidi empezó a bailar sevillanas.
    
    -Comienza con "Cho" y termina en Chito".
    
    Heidi esperaba que fallase.
    
    -Pido papas. Zapatilla.
    
    Heidi se quitó la parte de abajo del pijama.
    
    -Hace mucho calor aquí.
    
    Amaia miró para el chochito peludo de Heidi.
    
    -Hace. ¿No sabes depilarte, cerda?
    
    -A mis novias le gusta así.
    
    -Tú no tienes novias.
    
    -¿Y mis dedos que crees que son?
    
    -Onanista.
    
    Heidi, con sorna, le preguntó:
    
    -¿Por dónde íbamos, sor Amaia?
    
    -Zapatilla.
    
    Le dio otros seis zapatillazos, esta vez con poca fuerza.
    
    -Plas, plas, plas.
    
    Amaia cerró los ojos y le dijo:
    
    -Pregunta.
    
    -Comienza por "T" y termina es "S".
    
    Amaia quería mamar.
    
    -Testículos.
    
    -Las mujeres no tenemos testículos. La respuesta era tetas.
    
    Amaia, se volvió a incorporar y le dio dos besos con lengua, uno en cada teta y sobre los pezones. El coñito de Heidi ya era una laguna.
    
    -Pregunta.
    
    Heidi ya se tiró de cabeza.
    
    -¿Echamos un polvo?
    
    Amaia cogió la zapatilla que Heidi había dejado sobre la cama, se la puso en la mano y se volvió a echar boca abajo. Heidi, le quitó la parte de abajo del pijama, y le dijo:
    
    -Eres, eres masoca. ¿Te doy ...
    ... fuerte?
    
    -Sorpréndeme.
    
    Heidi, le dio suave, fuerte y suave.
    
    -Pregunta.
    
    -¿Follamos?
    
    Amaia no le contestó. Heidi abrió las cachas de Amaia con las dos manos y le pasó la lengua por el periné y el ojete. Amaia abriendo más las piernas, y levantando el culo, le dijo:
    
    -Marrana.
    
    -¿Quieres que deje de comerte el culo?
    
    -No, sigue. Es asquerosamente delicioso.
    
    Amaia se quitó la parte de arriba del pijama.
    
    Heidi le comió el culo bien comido, después, se echó encima de Amaia, acarició su espalda con los pezones, y a continuación se la masajeó con las tetas. La besó en el cuello... bajó besando y lamiendo la columna vertebral hasta llegar al coxis, de él bajó al ojete y se lo folló con la punta de la lengua, al principio, ya que al ratito era Amaia la que le follaba la lengua con su ojete echando el culo hacia arriba. En los muslos de Amaia brillaba el jugo que salía de su coño. Heidi, le dijo:
    
    -Date la vuelta, cariño.
    
    Amaia se dio la vuelta. Sus tetas eran grandes con areolas rosadas y pezones como guisantes. Su coñito lo tenía totalmente rasurado. Se besaron largamente, después, Heidi, le pasó la lengua por los pezones y las areolas, mientras le magreaba las tetas, chupó y mamó pezones y areolas, bajó besando y lamiendo hasta llegar al chochito. Lo halló abierto como una flor, chorreando, con sus labios hinchados. Los lamió, lamió el clítoris y le folló el coño con la lengua. Lo metió todo en la boca... Amaia se iba a correr, sus gemidos así se lo decían a ...
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