1. Desafío de galaxias (capitulo 69)


    Fecha: 12/08/2019, Categorías: No Consentido Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    —No te estoy dando la charla, solo te estoy diciendo cómo están las cosas por aquí.
    
    —Sinceramente señor presidente, no lo entiendo. ¿Pero qué quieren, que muera gente inútilmente?
    
    —Yo opino como tú, pero sabes que las heridas de la guerra civil de Maradonia, no están cicatrizadas, y todavía quedan en el Parlamento algunos partidarios del canciller.
    
    —Pero una comisión de investigación, ¿qué cojones quieren investigar? ¿qué utilicé a ocho bulban para conseguir la rendición de los defensores de Wadanta?
    
    —Ese es el punto para ellos, que empleaste a enemigos.
    
    —¡Pero si no combatieron!
    
    —Lo sé.
    
    —¡Joder! Ahorramos más de medio millón de vidas en nuestras filas.
    
    —¡Mira Marisol! Ellos, lo que pretenden, es tocarnos los huevos, no le des más vueltas.
    
    —Es más que eso señor presidente, no voy a permitir que Opx sea interrogado en una comisión parlamentaria, cuándo la orden fue mía. Además, él y Esteban, están preparando las operaciones definitivas para avanzar sobre Hirios 5. Ahora no puede ir a Edyrme, tendríamos que retrasar el comienzo de las operaciones.
    
    —No se puede negar a ir a testificar.
    
    —Por supuesto que no, pero usted sabe manejar los tiempos en el parlamento: consiga que me llamen a mí en lugar de a él. Yo di la orden, ¡Joder!, incluso los lleve en el Fénix.
    
    —De acuerdo, intentaremos que seas tú, pero ya te aviso: cuándo vengas, los «voltios» de los dejas en Mandoria, te quiero cooperante, diplomática, servicial, y hasta ...
    ... simpática: nada de vapulear o insultar a los parlamentarios.
    
    —¡Joder, señor presidente!
    
    —Te recuerdo, que no tienes muchos amigos aquí.
    
    —Pero es que…
    
    —Ya me has oído, ¡prométemelo!
    
    —¡Joder!… Bueno, vale, se lo prometo.
    
    De regreso a Mandoria, y todavía molesta, Marisol entró en el comedor del Fénix, acompañada por Sarita, ya restablecida del parto de su primera hija: María de la Soledad. Sus padres se habían trasladado a Mandoria para ocuparse de la niña cuándo ella tuviera de ausentarse. Cogieron algo de fruta y una copa de vino español para cenar, y se dirigieron a una mesa ocupada por varios periodistas, entre los que estaba Iris.
    
    —¿Nos permiten sentarnos con ustedes? —preguntó mientras todos los periodistas se ponían en pie, sorprendidos por algo tan inaudito como que Marisol se sentara con ellos.
    
    —Por supuesto, —respondieron, e Iris, añadió—: ¿podemos preguntarla?
    
    —Podéis preguntarme lo que queráis, —respondió Marisol sentándose y comenzando a pelar la fruta, al igual que Sarita, mientras todos sacaban sus cámaras de mano. Durante un buen rato, estuvo respondiendo preguntas, pero parece que ninguno se atrevía a abordar la cuestión principal, hasta que por fin, fue Iris quien abrió el melón.
    
    —Se rumorea que un grupo de parlamentarios federales, van a crear una comisión de investigación sobre el empleo de elementos bulban en la batalla Wadanta.
    
    —Por lo que tengo entendido así es, pero todavía no hay nada oficial, no nos ha llegado ningún ...
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