1. Una extraña


    Fecha: 12/08/2019, Categorías: Erotismo y amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Opté por ir de vacaciones lejos y una isla fue destino.
    
    La paz del lugar prendió en mi ser y mi actitud negativa ante la vida tornó de color rosa.
    
    Mis paseos frecuentes y mis baños al atardecer me relajaban.
    
    Mi existencia había cambiado en un año .
    
    La enfermedad de mi eesposa me había cambiado y ahora mis sensaciones habían cambiado.
    
    Ya no era tan solitario y de hecho el encuentro con aquella mujer me cambió totalmente.
    
    Nos vimos en una terraza , ella leía y yo la miraba.
    
    Desprendía un halo de hermosura y su cuerpo era maravilloso.
    
    Al levantar sus ojos del libro , me miró y sonreímos los dos.
    
    Cerró el libro y nos presentamos.
    
    También estaba sola y necesitaba hablar.
    
    Abrimos nuestros corazones y nos quedamos embelesados mutuamente.
    
    En la despedida me dió un casto beso de amor en la mejilla.
    
    Nos vimos al día siguiente y ya no hizo falta presentación.
    
    Le dije si podíamos tener una relación y ella optó por no precipitarse .
    
    Mi piel deseaba la suya.
    
    Paseamos y nuestras manos entrelazadas confirmaron nuestra confianza.
    
    Aquel día mi corazón latía de otra forma y le propuse un encuentro sexual.
    
    Aceptó , fue en mi casa y lo demás os lo cuento .
    
    Nos tomamos nuestro tiempo porque merecía la pena no desbaratar aquello.
    
    Sus besos y su lengua empaparon mi garganta y lentamente la posesión fue impresionante.
    
    Sus turgentes pechos optaron por salir solos y de auqel regazo su valle y sus montañas eran dos volcanes para mi.
    
    Resultó mimosa y me esforcé en que aquello fuera algo intenso pero de forma pausada.
    
    El tiempo lo marcamos los dos y mereció la pena.
    
    Entre susurros , charlas y besos , acompañado todo de un asalto a la fortaleza .
    
    Y la fortaleza con todo el bosque que la rodeaba se abrió para dejar un aroma delicioso que me embriagó.
    
    Nuestros cuerpos se fundieron , nuestras lenguas se amaron y de mi ser brotó un río que me dejó exhausto.
    
    Y me desperté.
    
    Lo vivido era un sueño.
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