1. Regalo


    Fecha: 07/08/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que confirmó que no había nadie, comenzó a quitarse las prendas a medida que habría la heladera y bebía un poco de agua. Pensó si tenía hambre después de terminar de quitarse las zapatillas, bebió otro baso de agua y terminó de quitarse sus pantalones deportivos. Buscó en la alacena un sándwich lo dejó sobre la mesa, se quitó completamente la remera. Se sentó en una silla para descansar un poco y para devorar su sándwich. Cuando terminó de comer y de beber sólo le quedaban puestas las medias y las bragas. Juntó toda su ropa y subió deseosa de darse el baño que se había prometido.
    
    Laura era preciosa, tenía el cabello castaño claro un poco más largo que él límite de sus hombros. Su cintura era perfecta y pequeña, sus senos redondos y firmes, sus piernas duras, al igual que sus brazos, por el ejercicio. Tenía un rostro que enamoraría a cualquier ser humano que la mirase. Era realmente una belleza.
    
    Una vez en el baño se tomó su tiempo. No sin poder sentir esa mezcla de sentimientos y sensaciones mezcla de triste por extrañar a su mascota que quería como a un hijo, su deseo sexual que más de una vez la desbordaba, su cansancio por el trabajo, estudio, rutina etc., y en el fondo del todo, su descontento por estar sola. "Ni siquiera Ana vino hoy...", decía. Y continuó con su baño.
    
    Ana estaba de lo más contenta, había ya conseguido el perro para su amiga, le había colocado un moño hermoso en el cuello, como para que quedase bien claro que era un magnifico ...
    ... regalo.
    
    Como tenía todo previsto, o casi, buscó su maquina de fotografías pero se dio con la mala noticia de que no tenía película. Decepcionada por eso buscó una película y no encontró nada salvo la filmadora que sí estaba en condiciones de grabar el gran momento. Practicó unas tomas, el cachorro, ella, ella y el cachorro, el piso, todo se movía, pero pensó que serviría. Dispuesta con su regalo, cargó la cámara en su bolso y se dirigió a casa de Laura.
    
    Laura ya había terminado de darse su baño. Por un pudor inconsciente salió del baño con su cuerpo cubierto, no con mucho cuidado, por una gran toalla. Se sentó en su banquito frente al espejo en su habitación y se contempló a sí misma por un momento. Su cabello estaba revuelto y su rostro era de cansancio. Se dijo a sí misma "necesitas un descanso" y acto seguido vio tras de sí su sillón preferido para esos momentos que necesitaba relax. No era otra cosa que un almohadón gigante, levemente ahuecado en su centro. Cualquier persona que se sentase allí quedaba indiscutiblemente con el trasero más bajo que las piernas, y estas quedaban en el mejor de los casos totalmente abiertas y dobladas tocando el piso. Debido a la ubicación del almohadón quedaba directamente mirando a la puerta de entrada de la habitación que no había tomado la precaución de cerrarla.
    
    Se sentó en el mismo. No reparó demasiado en cuidar que la toalla que la cubría se había desacomodado bastante, por eso cuando se sentó y al no poder verse, la toalla se quitó lo ...
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