1. El ayer


    Fecha: 07/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me pare frente a la puerta, como tantas veces lo he hecho, lo miré, rendido en la cama, con la cara de satisfacción que hacia 10 meses no veía, recorde de repente su risa, su cara entre mis manos, sus gemidos, recordé tantos momentos pasados y revividos en un solo instante como si la vida no importara y nuestro pasado, el rompimiento y la lejanía sirvieran para preparar nuestros cuerpos, para que se adorasen mutuamente sin importar hora, ni tiempo, ni espacio, sali a la terraza y recorde los momentos pasados.
    
    Lo conoci hace tiempo, estaba sentada en un banco y el se acerco a mi, cuando lo vi, supe inmediatamente que era mi otra mitad, yo era virgen, habia pasado por innumerables experiencias, demasiados novios, demasiadas decepciones, estaba renuente a la intimidad, no voy a negar que me masturbaba y que había tenido sexo oral, no era ignorante en cuanto a los placeres de la vida, pero si ignorante en cuanto a lo que se llama amor. Eso lo conoci con él.
    
    Recordé sus manos acariciando mi cintura, mis labios besando lo suyos, nuestras lenguas jugueteando inquietas por encontrar el nectar que se habia perdido en los espacios del tiempo, era como si lo estuviese viviendo todo de nuevo, el placer de la primera vez, el dolor interminable, los gritos de desesperación, los gemidos de exitacion y nuestros cuerpos fundidos bajo la ducha, era una lucha interna entre el dolor, el pudor, el amor y la satisfacción.
    
    Sus manos en mi rostro como diciendome no tengas miedo, estoy ...
    ... aquí y nada va a pasarte, la verdad es que esa primera vez marco mi existencia, tuve el primer orgasmo sin que me penetrara completamente estaba muy cerrada, técnicamente no era virgen porque no tenia himen, lo perdi cuando un tipo intento forzarme, gracias a dios no llego a ser mas que eso, el desgarro de mi amen, pero si estaba estrecha totalmente cerrada como si todavía estuviese ahí esa barrera, y es que lo estaba, recordé como si estuviese pasando en ese minuto, cuando después de estar empapados y llevar horas bajo la ducha, nos secamos y nos tiramos en la cama, colocó su cuerpo delgado, sin una gota de grasa en ningún sitio, blanco como la leche, con pecas en la espalda, encima del mio, senti sus labios besar mi boca, y hacer presion en mi vagina que estaba chorreando liquidos manados por el placer, fue increíble, cuando penetro todo mi ser, senti que estaba llena de algo nuevo, que la vergüenza no existia, que el temor al sexo desaparecia, me senti un ser totalmente sin mascaras, sin prejuicios, y segui el compas del placer, su pene se introducia lentamente en mi cuerpo desnudo, finas mis caderas, ritmico el movimiento de dos cuerpos, de dos almas que se aman sin importar el lugar ni la hora, la cama estrecha y el cuarto silencioso eran los unicos testigos de nuestro mutuo asentimiento del placer.
    
    Senti espamos de placer dentro de mi estomago, su pene grande y largo me hacia sentir llena, me embestia tiernamente con la paciencia de un hombre dulce, salvaje, pero ...
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