1. Madura prueba como actriz porno


    Fecha: 05/08/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: pantia, Fuente: CuentoRelatos

    Primera parte:
    
    Dori era una de esas señoras que en su juventud había traído de cabeza a más de un chico, porque era la típica rubita guapa con un cuerpo impresionante, y unos pechos generosos. De ser una de las tías buenas del instituto, pasó a ser, poco antes de cumplir los 40, una de esas MILFs que despertaban el deseo de muchos hombres, una de esas madres que todos quisiéramos disfrutar en una cama, ya que aunque se vestía diferente que en su juventud, no dejaba de ponerse faldas cortas ni escotes generosos. Sabía que era el objeto de deseo de más de uno, y no le importaba permitir que los hombres se desahogasen contemplando su cuerpo, como aquel día en que su cuñado la pilló vistiéndose, tan sólo con una falda y medias, y los pechos completamente desnudos. Se tapó instintivamente, pero no demasiado, y supo perfectamente que había hecho él en el lavabo cuando poco después se encerró allí y se oyó la cisterna, llevándose el fruto del deseo que sabía que despertaba en él su cuerpo...
    
    Dori solía realzar sus curvas con una buena faja, y no le importaba llevar medias con liguero, aunque se notasen bajo la falda, sabía que eso le daba un toque de distinción, y además el liguero era cómodo para ir al servicio. Se pasaba horas frente al espejo, maquillándose y poniéndose guapa, lo que le servía además para mantener una buena vida sexual, ya que su marido se volvía loco por ella, y en la cama le permitía casi de todo...
    
    El día en que cumplió 49 años, se compró un vestido ...
    ... muy sugerente, presumiendo de pechos, que aún tenía casi perfectos. No pasó por alto el hecho de que las miradas aquel día se centrasen en sus pechos, además de en unas piernas muy bonitas, cubiertas por unas medias de encaje negro. Estaba radiante, y más de uno le dijo eso de "yo te echo... 30 años", con el evidente mensaje oculto de "yo te echaba 30 polvos...". Dori era muy activa sexualmente, y aunque su marido estaba bastante anticuado, sí que habían probado cosas como los tacones de aguja, los bodys de látex o los vibradores. Pero Dori a sus casi cincuenta años seguía teniendo la mentalidad de disfrutar del sexo hasta límites aún mayores, por eso le había propuesto alguna vez a su marido entre bromas lo de hacer un trío con otro hombre, cosa que él no había querido entender ni discutir, no contemplaba la posibilidad de compartir a su mujer con nadie.
    
    Por eso Dori investigó por su cuenta y a base de navegar por Internet dio con un anuncio en el que pedían modelos para un rodaje. Era bastante evidente que se trataba de una película porno, pero lo que le llamó la atención fue una nota explícita: "se ruega abstenerse menores de 45 años.". Dori estuvo un día entero dándole vueltas a la idea de que hubiese gente que le gustase el sexo de adultos tan adultos. Al día siguiente se tiró a la piscina y llamó al teléfono, con la intención de curiosear. Una mujer muy agradable le dijo que podía acercarse a una dirección y allí le informarían. Dori se vio en la situación de seguir ...
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