1. El señor Manuel X


    Fecha: 05/08/2019, Categorías: Sexo con Maduras Masturbación Voyerismo Autor: dbeni72, Fuente: xHamster

    ... disfrutando de tanta sensación de paz.Perdí el sentido del tiempo, no sé cuando llevaría así, pero cuando me disponía a sacar el vibrador, sentí ruidos en la habitación del señor Manuel, y como éste se levantaba de nuevo y salía de la habitación. Me quedé muy quieta, y al escucharle que estaba en el pasillo, empecé a hacer lo mismo que había visto a José hacer unas horas antes, aunque más convincentemente, por supuesto. Comencé a respirar más fuerte simulando un semirronquido y respiración profunda de una persona que duerme plácidamente.Los pasos se dirigieron a la cocina, y sentí cómo se servía agua. Yo continuaba en la misma postura, y sin haber sacado el trozo de vibrador que quedaba dentro de mi sexo. Los pasos volvieron, pero entraron al baño, y pude escuchar que cortaba un buen trozo de papel higiénico. ¿Sería posible que se iba a masturbar de nuevo en su cuarto? Obviamente sí, y había cogido algo de papel para limpiarse.Yo continuaba simulando la respiración de estar dormida, y sus pasos salieron del baño. Al llegar a su habitación, se detuvieron. De pronto sentí como con sigilo sus pasos se acercaban casi sin hacer ruido hacia mi habitación. Entorné los ojos, dejando el mínimo espacio para ver, pero que pareciera que estaba dormida. Y justo pude ver al señor Manuel frente a mi puerta del dormitorio mirando, y con un trozo de papel higiénico doblado en su mano izquierda.La escena era tremenda, y me di cuenta de mi situación, el vibrador semiintroducido en mi sexo, mis ...
    ... piernas abiertas, y todo mi cuerpo al aire.Se quedó a medio metro de la puerta mirando y disfrutando de la visión que tenía ante sus ojos. Algo me decía que no iba a pasar de la puerta, así que me sentía dominadora de la situación, y a la vez tan caliente. Le observaba con los ojos aparentemente cerrados, pero disfrutando de ser observada.El señor Manuel estaba perplejo, apenas parpadeaba, y pude ver como su pantaloncillo de pijama se abultaba bastante. De pronto su otra mano, bajó la goma del pijama, justo por debajo de sus grandes testículos. Ahora si que mi corazón comenzó a latir. Vaya escena, nuestro anciano vecino, con su tripa al aire, y una polla enorme morcillona a medio empalmar.Su mano comenzó a pajear aquel miembro, y noté mi vagina mojarse de nuevo. Era tan difícil simular estar dormida y controlar mi calentura, pero merecía la pena ver esa figura masculina empalmada por mi cuerpo.Su polla fue cogiendo fuerza, y vaya miembro que tenía. Estaba totalmente empalmado pajeándose desde la oscuridad del pasillo. Pude ver cómo sacaba su otra mano con el papel, y con mucho silencio la apoyó en la punta de la polla, y por su gesto y respiración comprobé que se había corrido.En apenas unos segundos había desaparecido de mi vista, volviendo a su cuarto. Seguí escuchando y ahora sí que había unos ronquidos reales. Había caído dormido como un angelito tras la corrida que había tenido frente a mi cuerpo desnudo.Uffff, cómo me había puesto de caliente esa escena. No creí nunca ...