1. Las calientes vivencias de las nietas de doña Juanita 5


    Fecha: 01/08/2019, Categorías: Hetero Autor: adalberto1979, Fuente: SexoSinTabues

    ... cual él creyó estaba limpia retiro el papel y lo arrojo al cesto. ‐ Ya esta ‐ Gracias señor, es usted muy amable--- Karen le dio un atrevido piquito en los labios, el pobre hombre abrió los ojos como platos ‐ ¡Niña! ‐ Es usted muy tierno, me recuerda a mi abuelito--- le mintió Karen al desconcertado conserje--- siempre jugaba con él al caballito, ¿le enseño cómo? ‐ Yo, este… no sé ‐ Si, mire, siéntese en ese bulto Karen llevaba prisa y veía que él era muy tímido, el viejo volteo y vio un costal en el suelo, era un costal de tierra de jardín que había quedado del último mantenimiento de la escuela, el hombre se sentó en él y volteo a ver a Karen que sonriendo se dirigió a él, se acercó separo sus piernas, pasando por las juntas de él para después sentarse a ahorcajadas sobre el viejo, la vulvita de la nalgona niña quedó en contacto casi directo con el pene en desarrollo de erección del viejo, las manos de ella se posaron sobre los hombros e inicio un meneo de cadera ‐ ¡Yupi! ¡Caballito! Jajaja Karen divertida se meneaba sobre el pobre hombre que tenía las dos manos puestas sobre el costal, Karen brincaba y después se dejaba caer, movía sus caderas de atrás a adelante, de un lado a otro, ella quería excitarlo, pero el tímido hombre no se atrevía a más, Karen desesperada tomó nuevamente la iniciativa ‐ Oiga pero pongas sus manos aquí—Karen llevó las manos del viejo a sus nalgas—que no ve que si no me agarra me puedo caer ‐ Si niña, yo te… te agarro El viejo sintió la firmeza de ...
    ... las nalgas de la niña, ya la había visto en la escuela, era la más coqueta de todas, el no ponía atención a algo más que una mirada fortuita, para él era otra de tantas que desfilarían por esa escuela y que terminaría empinada en el monte con un niño de grado mayor detrás de ella culiándola con placer, ese sería el placer de los jóvenes, la sangre joven llama a la sangre joven; pero no, esa nalgona niña ahora estaba sentada sobre él moviendo sus caderas y literalmente cabalgándolo como un potro. El meneo de la huerca mas el contacto con esas nalgas estaban rindiendo frutos, su arrugado pene comenzaba a recordar lo que era una erección por estimulo femenino, la niña sí que se movía sobre él, no se estaba quieta, sonreía loca de gusto cuando se meneaba y sentía como el pene iba aumentado de tamaño. ‐ Oiga y ¿sabe que era lo más divertido de jugar al caballito?—pregunto Karen sin dejar de moverse y morder su labio inferior ‐ No ‐ Bueno cuando yo le daba besos al caballito ‐ ¿Cómo? ‐ Así mire Karen sonrió coqueta y se fue acercando al rostro del viejo, que desconcertado vio como ella entreabrió su boquita y su lengüita asomo levemente entre los labios, después el contacto con esa boca tibia; sus papilas gustativas brincaron de emoción cuando sintieron la saliva infantil. Karen con su cabeza ladeada lo besaba a ojos cerrados sujetándolo de ambas manos de la nuca, sus movimientos se hicieron más lentos y profundos, su candencia cobro tintes totalmente sexuales, Karen sí que sabía ...
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