1. La pareja de anfitriones


    Fecha: 30/07/2019, Categorías: Intercambios Autor: Pidroso, Fuente: SexoSinTabues

    ... posición en la que me había acostado. Tenía un día lleno de lugares por visitar por eso me tomé el desayuno y salí de pateo a toda prisa. Museo de Orsay, Campos Elíseos con el Arco de Triunfo, Los Inválidos, Notre Dame y la Sacre Chapelle habían ocupado toda mi jornada. Paris estaba cumpliendo con creces mi expectativa. Iba feliz callejeando por sus calles y visitando algún que otro café y tuve la gran suerte de tener una jornada con una climatología espectacular. Volví al piso paseando y por primera vez en esos dos días pensé en mi ex. Me sonreí al ser consciente de que no había pensado ni en ella ni en la putada que me había hecho… a ver si ya lo estaba superando gracias a la ciudad de la luz. Para cenar había cocinado Marie un arroz con vieiras exquisito y la sobremesa de esa noche fue mas corta porque los tres estábamos bastante cansados. Como era Viernes ellos no trabajaban al día siguiente, pero el día había sido bastante duro en sus trabajos, se retiraron mientras yo lo recogía todo y lo metía en el lavavajillas. Me acosté tan cansado que me quedé nuevamente dormido casi en el acto pero sobre las tres y media de la madrugada me desperté de golpe al escuchar un ruido. Era como si algo metálico hubiese caído al suelo. Escuche con atención y llegaron a mi unos sonidos muy leves de gemidos y risas. Alguien se estaba echando un polvo, jejeje. Como tenía ganas de mear me levanté y sin encender la luz de mi habitación, cogí mi móvil, activé la opción de linterna y abrí la ...
    ... puerta muy despacio. No quería que, si eran Olivier y Marie los que estaban en faena, se rallasen al sentirme pasar por el pasillo. Camine descalzo y muy despacio hacia el baño. El pasillo estaba levemente iluminado porque una luz cálida salía de la habitación de mis anfitriones dado que tenían su puerta entreabierta. Como esa iluminación era suficiente para que pudiese llegar al baño apagué la linterna y metí el móvil en el bolsillo de mi pijama. Avancé por el pasillo muy, muy despacio pero a medida que me acercaba a su puerta eran mas claros los gemidos de ambos. Me estaba dando mucho morbo escucharlos y mi entrepierna comenzaba a espabilarse. Al pasar frente a su puerta no pude evitar, más bien lo hice conscientemente, mirar hacia el interior. Paré en seco a verlos, Marie estaba espatarrada en la cama, totalmente desnuda y entre sus piernas vi la gran cabeza de Olivier totalmente metida en la zona de su ingle y moviéndose muy lentamente. Joder, le estaba comiendo el coñito como un campeón. Marie tenía su cabeza sobre una gran almohada y estaba con sus ojos cerrados gimiendo mientras se mordía el labio de una forma muy morbosa, acariciando la cabeza de su esposo de una manera muy sensual con sus dedos. Esa visión provocó que mi polla de un respingo se pusiese totalmente tiesa y formase una tremenda tienda de campaña en mi pijama. Con la tranquilidad que me daba estar protegido por la oscuridad del pasillo me desabotoné la bragueta del pijama y saqué mi rabo por la abertura ...
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