1. Mi padre y su amigo - Parte 2


    Fecha: 20/07/2019, Categorías: Masturbación Autor: White Wolf, Fuente: CuentoRelatos

    Con el tiempo, mi papá se fue apoderando de mí y de lo que hacía. Muchas veces hasta pedía consejo a su amigo, e incluso, en varias ocasiones, vino a casa para enseñarle. Después de aquella noche empezó a castigarme por tonterías de aquella forma: sobre sus piernas y con los pantalones bajados y, si gritaba mucho, me bajaba la ropa interior. Sentía que quería sentirse como... "poderoso" ya que le gustaba ver mis piernas temblar y que le suplicara llorando que parase... Siempre le notaba su polla erecta a través del pantalón. Pero de eso sí siento que se avergonzara, y eso me agradaba. Sentía que era como si se arrepintiera de ser así conmigo, como si en realidad me quisiera bien.
    
    En una ocasión, grité con un azote, y él me bajó la ropa interior... me abrió las piernas y tras darme un azote en mi cosita, lo acarició despacio desde el clítoris hasta mi agujerito. Luego, le dio por enfadarse porque siempre estuviera depilada y suave. Me dijo que lo hacía para provocarle y a continuación me apretó mis labios vaginales y grité:
    
    - aaah...! papá ya basta, por favor.
    
    - Con qué derecho te crees a andar siempre en casa sin sujetador, marcando esos pezones... con esas faldas que te pones... o cuando se te moja la camiseta del pijama después de ducharte y se transparentan tus tetitas... Arrgg... siempre portándote mal, siempre haciendo que sea malo... pero es que te lo mereces!!- decía a regañadientes, mientras de rascaba la cabeza caminando de un lado a otro sin sentido, ...
    ... nervioso.
    
    - Lo que pasa es que eres un salido de mierda, y te molesta que tenga calor y ande como quiera por mi casa! No soy yo quien debería de vestir con más ropa... o es que acaso crees que no noto tu polla erecta a través del pantalón cuando me ves? O cuando me pegas?- le gritaba entre sollozos, desafiante.
    
    -sabes? Estoy cansado de que juegues conmigo, no podré tocarte porque eres mi hija, pero nadie dice que no pueda hacerlo yo. -Así que se dirigió a su despacho. Desde el salón pude escuchar cómo hablaba con David. Él también iba a venir...Yo no entendía que pasaba y me quedé llorando de rodillas sobre la alfombra del salón. A los 10 min mi padre volvió con una cámara de fotos, me ordenó que fuera a lavarme la cara y dejase de llorar. Su voz... su tono... su actitud eran diferentes. No me atrevía a rechistarle nada y obedecí. Fue como si asumiera el control de todo lo que pasaba y estaba a punto de pasar...
    
    Empezó ordenarme que pusiera diferentes posturas, que posara para él y a decirme que si conseguía buenas fotos no me mandaría hacer poses peores y se conformaría con esas. Yo no me sentía nada a gusto, pero lo hice sin oponerme, mirándole perpleja. Poco a poco, se volvió a calentar. Lo notaba en su forma de respirar cuando me sacaba las fotos, en que se apretaba su polla cuando cambiaba de postura y sobre todo, porque cada vez enseñaba más mi cuerpo. Pasó de sacarme una foto de frente mientras hacía que miraba el móvil, con una falda puesta y las piernas un poco ...
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