1. El vecinito de Mario (2)


    Fecha: 18/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Hunter, Fuente: CuentoRelatos

    Joel, como les conté en mi relato anterior, es uno de esos chicos malos a los que uno le encanta dominar. He estado culeando con el seguido, cada vez lo siento más dócil en la cama, él sabe que es una zorrita sucia por dentro que le gusta que lo maltraten en la cama.
    
    Me llamó el domingo.
    
    - Man, tirame la toalla que estoy jodido, no tengo celular y ando en la lama.
    
    Mi respuesta es siempre la misma. ¿Cómo vamos a arreglar eso? ¿Que gano yo con tu problema?
    
    - Man, tu sabes que yo te respondo. Ven a buscarme y acá hablamos.
    
    Nos vamos a un push cercano y yo voy con mi mente sucia pensando cómo se va a ganar ese celular. Llevo un dildo, una soga y bastante KY. Mucho. Dos tarros completos. Ese culito está bien domado y su verga, recta, dura, que reacciona de una vez a mi toque, me arrecha mucho. Ya le he enseñado a culearme, pero lo que más me gusta es meterle la pinga en ese huequito tan rico.
    
    Joel ya conoce la rutina. Esta recién bañado, oloroso, el cabello bien peinado, viene en short y sandalias.
    
    Se acuesta bocarriba en cuero y le pido que levante las piernas, Apenas le hablo se le para el huevo, un mástil de 8 pulgadas y rectecito, una pinga joven que sabe que va a gozar.
    
    - levanta las piernas y ábrete bien ese hueco que quiero vertelo.
    
    -Suave, viejo, dejame relajarme.
    
    Puedo ver sus nalgas delgadas, afiladas, su pecho con sus musculitos marcados y, sobre todo, ese agujerito trigueño sin un solo pelito, con los bordes oscuros y el centro rojito... ...
    ... Le agarro las piernas y se las amarro recogidas, el culo se le ve más abierto que de costumbre y él se queda tranquilito.
    
    Comienzo lamiéndole el borde del culo con suavidad, pasándole solo el borde de la lengua por el contorno de ese culo que me ha dado tanto placer en las últimas semanas. Siento como la pinga le palpita mientras se la pajeo y comienzo a meter un dedo lubricado en su culito. Uff, que rico, caliente, con ese olorcito que me arrecha tanto, a carne joven, llena de ganas.
    
    Le amarro los huevos, lampiños, suavemente. el solo cierra los ojos y yo veo al espejo que está en el techo como tengo este ejemplar ahí abierto.
    
    Saco el dildo, mide como unas nueve pulgadas y está bien grueso. Lo lubrico y comienzo a meterlo suavecito, mientras escucho como Joelito se queja.
    
    - Haz como que vayas a cagar, relajate.
    
    _ Suave, suave, habla bajito para que no me moleste. Él sabe que me gusta que me pida que le dé pinga y que le maltrate el culo, pero eso es lo que viene después.
    
    Saco mi celular y grabo como ese rabo va abriendo el culito y ensanchándolo, lo tengo trepado en una almohada para que se vean sus nalguitas afiladas que toco con lujuria. Veo como se abre y pongo mi celular en la mesita de noche, apuntando hacia el techo donde la imagen reflejada del espejo me deja ver todos los detalles de esta culeada.
    
    - Ay, ay, me estas abriendo man, me tienes el hueco abierto y me duele.
    
    - y entonces, que vas a hacer ahora pedazo de perra?
    
    - Nada, sigue sigue ...
«12»