Disfrutando un relajante baño de inmersion - Relatos Eróticos

Disfrutando un relajante baño de inmersion

Está sentado al borde de la bañera, masajeando mi cuello, mis hombros, mi espalda. Con suavidad y calma, mucha calma.Sus manos me transmiten sensaciones placenteras que van despertando mis instintos carnales. Mi piel se va abriendo a esos deseos. Sus suaves manos dibujan los pliegues de mi cuerpo, que responde con suspiros cada vez más intensos.Mis pezones asoman endurecidos, desafiantes. Me los besa con delicadeza y los succiona suavemente. Los mordiscos encienden esa dureza, coloreándolos de rojo.Me besa en la boca y nos mordemos los labios.Su mano se dirige a mi entrepierna; pasa un dedo que separa los labios ya hinchados. La palma de su mano se apoya en mi pubis, frotando mi clítoris eréctil con sus dedos, a un ritmo suave.Desliza un dedo adentro y eso me hace gemir y mirarlo a los ojos, pidiéndole más.Algunos espasmos sacuden mi cuerpo entregado a la lujuria que adivino en su mirada, a la lasciva sonrisa que se dibuja en su boca.Ahora siento dos dedos, provocándome temblores y gemidos...Bien embadurnados en mi propio flujo, descienden trazando círculos alrededor de mi estrecho ano.Cierro los ojos, dejándome llevar por la placentera sensación provocada por su dedo rotando y presionando suavemente hasta introducirse, ya sin ningún esfuerzo. Mi cuerpo se arquea buscándolo, recibiéndolo con todo placer.Desliza otro dedo en mi vagina, moviéndolo con rapidez. Le susurro que ya no aguanto más, que lo necesito, mientras escucho mi voz entrecortada por la calentura, ...

... suplicándole que tengo sed de él.Entra en la bañera sujetando su verga erecta entre sus dedos.Me incorporo para darme la vuelta y arrodillándome separo mis nalgas ofreciéndole mi culo. Le suplico que me la meta.Aferra mis caderas y siento que su grueso glande empuja hasta lograr desaparecer entre mis labios vaginales. Avanza hasta hacerme sentir una penetración profunda, pero sus movimientos son suaves cuando comienza a bombearme.Le pido, le suplico que me coja más fuerte.Su cuerpo responde acelerando el ritmo de sus golpes de cadera.De repente se detiene en seco y se sale de mi vagina. El vacío que siento es casi insoportable; pero entonces él separa mis nalgas con sus manos y apoya esa enorme cabeza contra mi estrecha entrada trasera.Empuja de golpe y aúllo de dolor y placer al sentir cómo se dilata mi ano para recibirlo. Me sodomiza con largas embestidas, mientras el dolor pronto se traduce en placer…Vuelve a salirse. Sabe que todavía no me ha hecho acabar. Volviéndome, me siento y me hundo en la bañera con las piernas bien abiertas. Se arrodilla entre ellas. Se masturba y me masturbo. No tardo en volver a suplicarle llorando que me coja de nuevo.Pero él me agarra del pelo y tira mi cabeza hacia atrás, mientras me dice que quiere encular a esa perra que llevo adentro…Entonces vuelvo a ponerme de rodillas ofreciéndole mi culo.Su verga se desliza por mi ano con toda facilidad perforándome con frenesí; con ganas, con una perversa lujuria.Me toma de las caderas y tira de mí hacia atrás, ...