1. Así fue como perdí mi virginidad


    Fecha: 13/07/2019, Categorías: Sexo Interracial Autor: Mauro Quispe, Fuente: CuentoRelatos

    Tengo 27 años, alto y dicen que muy simpático. Me consideraba hetero hasta que un día, pasó lo que siempre había soñado que pase... fui penetrado por otro hombre. Todo comenzó navegando por Internet, poco a poco me interesaban los sitios de transexuales y gays, hasta que un día entré a una comunidad gay y me inscribí, era hermoso entrar ahí y ver fotos de hombres penetrados por unas vergas grandísimas y mi sueño era poder hacerlo así.
    
    Había una sección de foto−mensajes, pero todos me parecían demasiados fuertes y morbosos, decían que tenían unas súper vergas, etc... eso me asustó, pues yo me auto penetraba como máximo con 2 dedos en mi culo y me dolía, imagínense con pensar con vergas de ese tamaño me destrozarían y no sería lo que siempre había soñado, hasta que leyendo mensaje por mensaje encontré algunos y les envié emails, las respuestas eran inmediatas, pues ofrecía mi virginidad, pues exigía que no sean sádicos, tenían que ser tranquilos, limpios, buen carácter y no desesperados.
    
    De tantos emails me convenció uno, era un chico francés y así comenzamos, me pidió fotos, le mandé de mi cuerpo, mi verga y muchas de mi culo, pues era lo que le interesaba, así que quedamos en vernos un día en su apartamento que estaba como a media hora de mi casa.
    
    Cuando llegué, me sentía muy nervioso, no veía la hora de hacerlo, pero tenía mucha vergüenza en pedirlo rápido, aunque primero habíamos hablado por teléfono unos 3 días antes y le dije que me tenga paciencia y él me dijo ...
    ... que sería su tercera experiencia, así que también estaría nervioso.
    
    Cuando llamé en la puerta de su casa, créanme estaba temblando de los nervios, tartamudeaba, etc. y de pronto me abrió. Me desilusionó un poco su físico, estaba panzoncito, pero era lo de menos, me habrá visto un poco pálido y enseguida nos pusimos a conversar. Su habitación estaba llena de fotos de todo un poco, hasta que fuimos a su computador, él estaba viendo fotos gays, así que le dije que siga, que quería ver yo también, así lo hizo. Después de unos minutos empezó a acariciarme mis piernas hasta que llegó a mi pene y entonces, en ese momento le dije que si podía tomar una ducha (pues fue una reacción a los nervios).
    
    Cuando terminé mi ducha, él me había dejado colgada una bata de salida, así que me la puse, cuando salí, él solo tenía puesto una camiseta de algodón y calzoncillos... y había puesto música suave, me recibió con una cerveza y un cigarrillo y empezamos a charlar un poco, así me relajé. Él me dijo de soltarme el cinturón de la bata para poder ver un poco más y así lo hice, mientras hablamos él me recorría con su mirada, la bata se me había corrido para un lado o sea se veía toda mi pierna, parte de mis bellos púbicos, mi cintura y el pecho, yo también lo miraba, pero me fijaba solo en el bulto que se empezaba a inflar.
    
    En un momento me dijo: “¿Bueno para que estamos aquí?" y se levantó y me dio la mano, me abrazó y me cogió el culo (no me gustó, fue muy grosero) y sentí como esa verga ...
«123»