1. El manitas, el cornudo consentido y su mujer (2ª parte)


    Fecha: 25/06/2019, Categorías: Bisexuales Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    He seguido a la pareja que os dije, ella está muy bien, para ver si deciden contratar “mis servicios”. Me acerco en plan descuidado. Tropiezo con ella y me disculpo.
    
    -Lo siento.
    
    -No pasa nada, me dice ella.
    
    Iban a sacar unas entradas en la máquina y les cedí el turno. Me levanté un poco para ver qué película iban a ver ellos y cuando se fueron, saqué una entrada para la misma película, justo a su lado. Compré unas palomitas y un refresco y me dispuse a entrar en la sala.
    
    -Anda, que casualidad, la maquina me ha dado a su lado. Les mentí.
    
    -Pues sí, vaya casualidad.
    
    El marido era regordete, pero muy simpático. Ella parecía un poco más seria. Las luces se apagaron y comenzó la publicidad. Yo empecé a comerme las palomitas y en un momento, en que iba a coger el refresco, toqué sin querer a ella, que se había cruzado de piernas. La película empezó, y después de un rato, vi como la mujer ponía su mano en la pierna de su marido, pero este no parecía inmutarse. Se inclinó más tarde sobre su hombro, pero el hombre como si nada. Otra mujer falta de cariño, pensé. Para eso está aquí “el manitas”. Terminó la película y me levanté para irme, cuando se me cayó una de mis tarjetas sobre ella. Lo había hecho aposta.
    
    -Se le ha caído esto, me dijo ella.
    
    Se quedó mirando la tarjeta y se la enseñó a su marido.
    
    -Mira, se ofrece para pequeños trabajos en casa y limpieza.
    
    -Déjalo, llamaré a mi cuñado.
    
    -Sabes que tu cuñado no tiene ni idea de fontanería, Carlos, le ...
    ... dijo ella.
    
    -Pero será muy caro. ¿Cuánto cobra Ud.? Me preguntó.
    
    -10 euros la hora. Decidí subir el precio.
    
    -No está mal Carlos, no es muy caro.
    
    -¿Es Ud. fontanero?
    
    -Pues sí, tengo el carnet, así como el de electricista y se me dan muy bien otro tipo de cosas, dije mirándola a ella, que ni se inmutó.
    
    Ya bajábamos las escaleras del cine y antes de salir de la sala, decidieron contratar “mis servicios”. Quedamos para el día siguiente. Ahora, solo me quedaba preparar mi estrategia. Al salir del cine, recibí una llamada de Clara y Antonio. Querían que les viera ese mismo día. Acepté. Cogí mi coche y me dirigí a su casa. Ya sabéis que Antonio estaba de acuerdo en que me follara a su mujer y con el viéndolo e incluso participando. Llegué como media hora después y me abrió Clara. Llevaba puesto un delantal, solo que no llevaba nada debajo. Pude verlo cuando se giró al abrirme la puerta y dejarme pasar. Su culo tenía un poco de celulitis, pero me encantaba. Me llevó hasta la cocina, donde me esperaba Antonio sentado a la mesa. Quería prepararme un plato en el horno. Pollo asado al limón simplemente. Se agachó a meter el pollo y claro, su culo se puso en pompa. Yo agarré sus caderas y sobé sus nalgas. Metí mis dedos en su coño y comencé a masturbarla. Se quedó así, inclinada, con la bandeja en el horno. Al final cerró la puerta, pero no le dio tiempo a ponerlo en marcha. Sus fluidos manchaban el suelo.
    
    Su marido nos miraba fijamente. Me bajé el pantalón, saqué mi ...
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