1. Malena (3): Primeros tiempos


    Fecha: 11/06/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos

    ... que el sexo es su forma de amarse.
    
    Sus salivas, sus lenguas se fundían, se mordisqueaban con sus labios desesperadamente, sin cuidado, todo lo que se hacían se transformaba en doloroso placer.
    
    El acoplamiento fue tan natural que solo sintieron que lo estaban, pero no hubo preparación ni propósito: Ya había sucedido. Sus caricias y mordiscos y besos eran complementos ardorosos para lograr la unión perfecta y total.
    
    Entró hasta el trono donde en Máriah reinaban las sensaciones más efervescentes y enervantes de su cuerpo. Nadie había llegado allí. Él las encontró y las despertó para que las disfrutara. Él era ella y ella era él.
    
    Mientras las placas del techo continuaban con su concierto, un poderoso e inusualmente profundo placer comenzó a crecer en el cuerpo de Máriah. Una nueva forma de placer desconocido hasta ahora, se insinuaba en sus cuerpos y crecía a ritmo acelerado y unificado. Los murmullos, jadeos y gemidos que fluían de sus gargantas cada vez más potentes, anunciaban la llegada del goce supremo. Cuando la cosa explotó en sus interiores, sus bramidos se unieron para acompañar la tensión muscular con la que se enterraron uno en otro. En el mismo instante pavoroso, sus cuerpos se liberaron de la carga de pasión que habían ...
    ... acumulado. Fue una explosión gloriosa. La cima del cielo como dice Ricardo.
    
    Les costó largo rato tomar consciencia del agarrotamiento que mantenía atenazados a sus cuerpos aún vibrantes con los últimos espasmos y contracciones. Fueron lentamente desaferrándose y relajándose. Volvieron a tomar consciencia de la sinfonía de las placas del techo al son del viento y comenzaron a reírse. Sus carcajadas fueron incontrolables durante un buen rato, eso contribuyó a su relajación, reían y se besaban alegremente como si se dijeran: eras tú, eras tú…
    
    Malena fue la primera que habló para decirle con vocecita de niña pillada en falta:
    
    -Me oriné.
    
    Eso arrancó nuevas carcajadas a ambos. Estaban borrachos de placer de dicha y de amor…
    
    Mientras entre ambos volteaban el colchón antes de irse, Leonardo le comentó: -mañana las camareras van a confundir el olor de tus meados con el de los míos.
    
    Nuevas carcajadas volvieron a sacudirlos, abrazados y felices abandonaron la habitación, por el camino hacia Ciudad Jardín iban cantando. Era temprano aún.
    
    -Brindemos, propuso él.
    
    -Brindemos, acepto ella.
    
    Fue el día más dichoso del resto de sus vidas. ¡Seguro que sí!
    
    FIN DE: UNA MOSQUITA MUERTA.
    
    PRIMEROS TIEMPOS, último trozo.
    
    por: leroyal 
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