1. Infiel con el enemigo de mi esposo


    Fecha: 06/06/2019, Categorías: Sexo Oral Autor: timida28, Fuente: CuentoRelatos

    ... en las melodías lentas, para evitar que me apretara demasiado. Más tarde conforme avanzaba la noche me empecé a relajar y me encontré disfrutando de tenerlo tan cerca.
    
    Comencé a esperar las melodías lentas. Me sentía muy bien apretada contra él mientras nos deslizábamos al ritmo de la música. Uno de los problemas fue que su musculoso cuerpo rozaba la delgada tela que cubría mi pecho y me excitaba y causaba un renovado cosquilleo en mi entrepierna, nunca me esperé esta sensación ya que nunca antes había estado sin sostén. Mis pechos siempre han sido muy sensibles y mi esposo sabe que es la manera más rápida de calentarme. Varias veces cuando nos sentábamos estoy segura de que Esteban tuvo accidentalmente una visión clara de mis bragas estrechamente ajustadas a mi monte de Venus. Me sentía cortada de que él pudiera apreciar lo excitada que estaba.
    
    Me estaba calentando al bailar con este hombre. Y no era la única que lo notaba. Volteé hacia Esteban y lo vi atento al delgado material que cubría mis pezones y me di cuenta que estaban erectos y sobresaliendo de la tela, duros como piedras. Pude sentir la sangre correr por mi cara al sonrojarme, varias veces durante la noche tuve que ir al tocador. Estaba sorprendida de mi reacción, pues nunca había pensado siquiera estar con nadie que no fuera mi marido. Deseché el pensamiento considerando que era un efecto colateral de las pastillas de fertilidad sobre mis hormonas y después de todo, habían sido seis largas ...
    ... semanas.
    
    Los tragos me volvieron un poco más desinhibida. Cuando bailamos nuevamente él me rodeaba y su mano llegaba hasta mi culo acariciándolo conforme nos mecíamos juntos. No lo pude resistir. Podía decir cuánto le agradaba sentir la tela sobre las braguitas que cubrían mi trasero, porque podía sentir su creciente erección contra mi vientre. No podía adivinar qué tan grande era, pero sí que era más grande que mi esposo. Empecé a imaginarme mientras nos contoneábamos, como se sentiría un gran cacho y empecé a pegarme contra él hasta que para mi desencanto terminó la melodía. Esto sirvió para que reaccionara y me diera cuenta de que estaba yendo muy lejos. Supe que debería irme a casa antes de que me ofuscara más. Me estaba quedando bastante ebria.
    
    Cuando le dije a Esteban que debería irme, él insistió en que esperara un poco para que me recuperara. Tengo que admitir que tenía problemas hasta para caminar. Le dije que quería llamar a mi esposo para que viniera por mí y le pregunté si quería acompañarme a buscar un teléfono. Él estuvo de acuerdo y comenzamos a caminar hacia la recepción, ya que la fiesta fue en un salón de un moderno hotel. Pero conforme caminábamos y reíamos, nos dimos cuenta de que ninguno traía tarjeta para usar el teléfono. Él me ofreció entonces el teléfono de su cuarto y yo bromeé sobre lo indebido de que una dama vaya con un extraño a su cuarto de hotel. Reímos nuevamente mientras él me hacía una reverencia y aseguraba que era todo un caballero. Yo no quería ...
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