1. INOLVIDABLE EXPERIENCIA COMO PUTA CALLEJERA


    Fecha: 22/05/2019, Categorías: Transexuales Autor: adrianalucia80, Fuente: SexoSinTabues

    Mis deseos de sentir como mujer, de vestirme como mujer los tenía muy represados, así que un buen día decidí vestirme de mujer, como puta y salir a la calle. Ese día voy al centro de la ciudad, a la zona de tolerancia, pero tenía temor y estaba nerviosa como para ingresar a un motel a cambiarme, así decidí buscar un lugar solitario para cambiarme, eran como las 10 pm. Finalmente encontré un lugar, era un jardín de una casa ocupada, pero con matas grandes y frondosas que podían ocultarme y además una zona del jardín era bien iluminada por el alumbrado público. Después de verificar que nadie me vería ingreso al jardín, me oculto entre las matas y lo primero que hice fue desvestirme para ponerme un lindo mini-vestido rojo que apenas me cubría las nalgas, seguidamente me pinte las uñas de manos y pies con esmalte rojo. Luego comencé a maquillarme, fue un proceso muy lento ya que debía esconderme cuando escuchaba pasos, pues en la zona iluminada corría riesgo de que me vieran y eso me ponía muy nerviosa, pero a la vez me excitaba muchísimo el riesgo de que me vieran. Tal vez tarde 2 horas en maquillarme. Use la acostumbrada base para la cara, sombra azul para los ojos y delineador, Pinte mis cejas, rubor rosa y por supuesto un labial rojo. Me puse aretes grandes con piedras rojas, para lo cual atravesé mis orejas con los mismos aretes, lo cual me excitó aún más, pues soy masoquista. Finalmente, cuando estuve lista me puse unas lindas sandalias blancas de tacón alto, de 11 cm. ...
    ... Estaba lista para salir, me veía como una linda puta en minifalda y tacones altos. El corazón se me quería salir por la excitación y el nerviosismo. El temor me excitaba aún más. Escondí mi ropa de hombre en el mismo jardín y pensaba ¿Qué haría si alguien la encuentra y la pierdo? Ese era mi mayor temor, pero me excitaba ese temor y lo que pudiera pasar. Todo era muy excitante, me armé de valor y salí con cuidado del jardín. Los primeros pasos fuera del jardín fueron de puntillas, tratando de no hacer ruido con los tacones, pero cuando estuve a unos 10 m del jardín comencé a caminar como una mujer normal, me sentía más liberada y excitada. Era la media noche y las calles estaban solitarias, así que mis tacones retumbaban en el silencio del lugar. Me dirigí hacia la zona de tolerancia del centro de la ciudad, barrio Santafé. Cuanto más cerca del barrio santa fe más gente en la calle, lo cual me gustaba, quería que me vieran como puta callejera caminando coquetamente por las calles. Me sentía mujer, y más que una mujer, me sentía como puta, lo cual me hacía feliz. De vez en cuando algún piropo, algunos lindos y otros morbosos y depravados, pero me gustaba. A veces me detenía en alguna esquina como puta esperando a un cliente. De vez en cuando algún hombre se me acerca preguntando cuanto cobro por el rato y cuando le doy el precio se marcha diciéndome un piropo, otros simplemente se van o me dicen algo vulgar o depravado. Pasa el tiempo y mis deseos de ser follada crece hasta que un ...
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