1. La mujer de mi amigo


    Fecha: 09/05/2019, Categorías: Sexo Interracial Autor: cunegundo, Fuente: CuentoRelatos

    Esta es la historia de dos amigos.
    
    Nos conocimos desde la infancia. Éramos del mismo barrio. Fuimos al mismo colegio, al mismo instituto y casi a la misma Universidad.
    
    Mi amigo Juan siempre fue más tranquilo que yo. Era más estudioso y ordenado y por supuesto sacaba mejores notas. Lo mío fueron siempre las chicas. Desde muy joven ya era un auténtico profesional. No soy capaz ahora de recordar todas mis conquistas. En cambio, Juan nunca se comía una rosca. Sé que él me admiraba, pero yo también le admiraba a él.
    
    Era y es una excelente persona, cosa que yo nunca he llegado a alcanzar ni de lejos. Así es que conoció a los 25 años a una mujer bellísima llamada Sandra. Una mujer además muy suave, muy tierna. Ya digo que su belleza era comparable a la más hermosa de las misses. Luego su cuerpo era más normalito.
    
    Un año después se casaron. Desde entonces le perdí la pista amigo hasta cuatro años después. Su mujer entonces tenía 25 años y yo 30.
    
    Me lo volví a encontrar en un viaje de verano a Canadá. Iba solo y Juan acompañado de su esposa. ¡Qué alegría nos entró al verlos! A partir de ese momento la ruta turística la hicimos juntos. Lo que más nos gustó desde luego fueron las cataratas del Niagara.
    
    La pareja parecía feliz pero sólo a medias. No soy hombre de intuiciones, pero notaba algo puesto que como ya he comentado he tenido infinidad de experiencias. Sospechaba que la vida sexual de ambos no era todo lo plena que deseasen.
    
    Una vez retomado el contacto y ...
    ... tomando unas copas en Madrid con mi amigo, éste mi hizo la siguiente confesión:
    
    -Veras sí. Creo que ella no disfruta lo suficiente conmigo. A veces creo que tiene algún orgasmo, pero sólo a veces. Parece fría y como si se reprimiese.
    
    A mí me parecía que Sandra no era frígida pero que debía tener algún tipo de problema o que quizás mi amigo no era demasiado bueno en la cama.
    
    Aproveché para colarme en la casa de ellos para así poder hablar con Sandra. En más de una ocasión nos quedamos a solas tomando un gin tonic. Ella me contaba cosas de Juan y de cierta insatisfacción en su relación, pero nunca me llegaba a decir que ésta fuese sexual.
    
    Mi conclusión fue que Juan era excesivamente atento con Sandra, cosa que era perfectamente normal, pero que quizá eso no la estimulase lo suficiente. Quiero decir que posiblemente ella le quería, pero no le deseaba.
    
    Una tarde de invierno Juan estaría trabajando hasta tarde y Sandra libraba. Como suponía no me costó demasiado seducirla y llevármela a la cama. ¡Sandra no debería ser frígida! Estaba deseando hacer el amor conmigo. De todas formas, me parecía una mujer difícil. Habría que trabajársela.
    
    Hay varias formas de follar: muy lento, lento, normal, rápido, muy rápido, y vertiginoso.
    
    A las mujeres como Sandra les gusta que se la metas muy lento, en las primeras relaciones. Luego me pareció que le gustaría follar a un ritmo normal puesto que no era una mujer demasiado fogosa. A las más experimentadas les gusta follar muy ...
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