1. Mi primera vez.


    Fecha: 03/05/2019, Categorías: Gays Autor: nachorojo77, Fuente: RelatosEróticos

    Una noche, entre copa y copa, junto con mi primo, decidimos seguir bebiendo en mi habitación, en la conversación, y el ajetreo del licor, mi pierna rozo el pene de el, se lo sentía grande, aunque no estaba erecto, y a mis 16 años era una nueva sensación.
    
    Pensé que iba a ser algo pasajero, pero el efecto del licor hizo que mi pene se endureciera, trate de que el no lo notara, pero fué
    
    imposible, el sonrió y trato de no dar importancia a la situación, seguimos conversando,pero no me olvidaba de la sensación que tuve al sentir su trozo de carne, el me dijo que era momento de dormir, por que estábamos pasados de copas, al momento de acomodarnos en la cama, nuevamente sentí su pene, pero esta vez fue con mi mano, pero había algo mas, el también estaba ya duro.
    
    Sin pensarlo dos veces metí mi mano entre sus piernas y me encontré con un pene muy duro, no era muy largo pero si muy grueso, sus venas se las podía sentir como raíces en un tronco, en ese momento intente darme la vuelta y dormir, pero el agarro mi miembro, y de un movimiento, me bajo mis shorts y mi boxer, dejando mi pene erecto y húmedo expuesto, se bajo entre las sabanas y en un abrir y cerrar de ojos tenía mi pene en su boca, fue una sensación inexplicable, me quede sin aliento, mientras agarraba el tronco de mi pene y en un sube y baja de placer me hacia gemir, llego mi ...
    ... turno, y el se puso de pie, yo de rodillas y sin tocarlo, quise chuparle su grueso miembro, pero casi no entraba en mi boca, en un esfuerzo por corresponderle la abrí mucho, y me esforcé hasta que entró, podía sentir con mí lengua la dureza de su pene, podía sentir como su gran glande topaba mi garganta, sentía que me ahogaba, pero eso era delicioso, después de toda esa sensación me desnudo completamente, y el hizo lo mismo, mi pene creció de tanta excitación, entre caricia y caricia me empujo al filo de la cama, y puso su pecho en mi espalda, podía sentir su enorme miembro rozar mis nalgas y poco a poco querer meterse entre ellas, tanta fue su lucha que lo logro, sentí un fuerte dolor, pero tenía una mezcla de placer, bombeada tras bombeada me llevaban al placer mas exquisito que hasta ese entonces jamas había sentido, mientras me penetraba, con la otra mano me masturbaba, fueron minutos llenos de placer, el entraba y salia, entraba y salia, y cada vez con mas fuerza, antes de que e terminara, salio de mi, y me dio la vuelta, empezamos a masturbarnos mientras nos mirábamos, el veía como yo me tocaba y viceversa, era como una competencia de quien terminaba mas rápido, el veía mi pene y yo el suyo, grande, grueso y muy firme, hasta que sin darnos cuenta los dos terminamos juntos, en una orgía de gemidos y sensaciones nuevas, fue expectacular. 
«1»