1. Hipnotizado


    Fecha: 30/04/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Soy de Puerto Rico, gay, blanco, cuerpo de nadador, mido 5 pies con 11 pulgadas, sin vellos, buenas piernas, pinga de 7 pulgadas y media, nalgas redondas y firmes. Trabajo en una agencia de viajes en la ciudad capital, San Juan. Mi uniforme es vestimenta semiformal, camisa manga larga y pantalones de vestir, los cuales uso ajustados para marcar mis piernas y nalgas. Frente a la agencia hay un estudio de tatuajes cuyo artista es un hombre de mi estatura aproximadamente, cuerpo normal, brazos fuertes, piel morena clara, barba de varios días, labios pronunciados y muy varonil. La mayor parte del tiempo usaba uno pantalones de jugar baloncesto, donde se le marcaba tremendo paquete que me hacía temblar las rodillas. Casi siempre nos cruzábamos en la cafetería que hay cerca. Un saludo cordial, media sonrisa y nada más. Ese hombre era mi obsesión, día tras día buscaba la manera de hacerme notar y nada ocurría. Decidí hacerme un tatuaje, nunca me había hecho uno. Solo debía hacerlo en algún lugar que lo pudiese provocar. Que otro lugar mejor que cerca de mis nalgas. Elegí un Cherry Blossom Tree, que fuese desde el costado, pasando por la nalga izquierda hasta el muslo. Le explique lo que quería y coordiné la cita para ser el último turno, él sin mucha emoción de su parte y yo con el culo latiendo. Llegó el día de la cita, me preparé bien externa e internamente, me rasuré todo y perfumé bien mi cuerpo con cremas delicadas. Elegí una tanga que solo pasa por una pierna, dejando así ...
    ... el lado izquierdo totalmente disponible. Llegué al estudio, ya estábamos solos. Yo fui con un pantalón corto de gimnasio y en camisa sin manga. El estaba con su usual pantalón corto de jugar baloncesto, marcando así su gran paquete Me saludo normal, me mostró varios diseños y al fin me dijo el tan esperado desvistete. Yo solo procuré no mostrar mi semi erecto pene. Mientras el terminaba de preparar su mesa yo me volteé lentamente y comencé a deslizar mi pantalón con las nalgas apuntando hacia él, por debajo de mi brazo pude ver como se quedó mirando algo embobado, era como la primera vez que se fijaba en mi. Yo hice como si se hubiese encajado el pantalón en mi tenis y levante un poco el pie para que se abrieran un poco mis abundantes nalgas y poder embobarlo más. Luego me puse derecho y voltee donde él, rápidamente intentó tapar lo que crecía entre sus piernas. Me acosté primero de lado para trabajar el costado y según iba bajando su brazo se iba apoyando más en la nalga. Íbamos hablando de cosas triviales, noticias, su estudio, la agencia, etc. Luego llego al área de la nalga, casi toda sería cubierta por el tatuaje. Ahí estaba yo semi en cuatro patas el trabajandome la nalga. Yo con una erección de campeonato y el con un sube y baja entre su pantalón que me tenia nervioso. Luego empezó a hablar sobre lo rico que yo olía, la firmeza de mis nalgas, lo suave que se sentían, todo esto con tono hipnotizado en su voz. Cuando de repente siento su respiración entre mis nalgas, se ...
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