1. Mi vecina rumana 2


    Fecha: 30/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... piernas dejando que le vea su concha totalmente depilada. Me desnude y me metí en la cama, entre sus brazos, besando su boca, chupando sus tetas, pasando mi mano por su concha y ella agarrando mi pija. «Deseaba estar de nuevo entre tus brazos», me decia besando y lamiendo mis labios. La empecé a besar toda, bajando hasta su concha, «no, no cariño, no me gusta que me chupen el coño», me dijo, haciendo que suba sobre ella y le meto la pija en su concha bien mojada, «vez cariño, para eso es mi coño, para comerte toda la polla, no para que lo chupes», me dijo envolviendo sus piernas en mi cintura, moviendo sus caderas, gimiendo mientras la cogía. Nos besamos con pasión, le chupaba las tetas mientras mi pija entraba y salía de su concha, ella gemia y me clavaba sus uñas en la espalda. «Me gusta tú polla,. como me follas, haaaaa, como me haces disfrutar», me decía sin dejar de besarme. Seguíamos cogiendo así, hasta que me dice que se la saque de la concha, me hace sentar en el borde de la cama, Anika me da la espalda y agarrando mi pija se la acomoda contra su ano y se empezó a sentar, dando fuertes gemidos a medida que mi pija le iba entrando en la cola, hasta que quedó sentada sobre mí con toda la pija metida, gemia, daba ayes de placer moviendo su cola en círculos. Yo mientras la cogía por la cola, le metía los dedos en la concha, le apretaba y le acariciaba las tetas, le mordia la nuca, pasaba mi lengua por sus orejas. «Cariño, que ...
    ... bien me follas, me haces disfrutar como nunca disfruté», me decía gimiendo, tirando su cara para atrás buscando con su boca la mía sin dejar de mover su cola. Anika estaba con los ojos cerrados, se notaba en su cara y en sus gemidos como estaba disfrutando. «Cariño, deja que me ponga en cuatro y me sigues follando el culo», me dijo entre gemidos. Yo dejé que se levante, se puso en cuatro patas, abriendo sus nalgas y yo aprovechando lo abierto que tiene el ano, se la metí toda, escuchando ese gemido de placer que Anika. La seguí cogiendo así, en cuatro patas,escuchaba el sonido de sus nalgas al chocar contra mi pelvis cuando le metía la pija dentro de su cola. Ambos estábamos sudados de coger, seguíamos cogiendo como si no hubiera un mañana. «Anika, te voy a llenar el culo de leche, no doy más, me corro dentro de tú culo», le dije empezando a acabarme dentro del culo de mi amante rumana. «Y vos mi amor, no te corres?», le dije sintiendo mi leche salir a chorros de mi pija dentro de su cola. «Ya me corrí dos veces cariño, no quise decirte nada para que me sigas follando», me dijo jadeando de placer. Cuando terminé le saque la pija de la cola, quedando impresionado con el tamaño de su ojete, Anika se fue acostando de costado, nos abrazamos, nos besamos. «Cariño, cuando te vayas cierra la puerta, yo voy a dormir», me dijo besando mi boca y se acomodó para dormir. Así que me vestí y me fui, dejando que Anika duerma y cerré bien la puerta. 
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