1. Claudia la ninfómana


    Fecha: 27/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... follando, cuando lo único que tenía que hacer era curarme y no follarme, pero bueno en esto estamos, y ahora solo puedo relajarme y disfrutar.
    
    La verdad, no disfruto mucho porque él no dura demasiado, y en un tiempo que adivino breve, él se corre, con un gemido que ahoga, para que no nos oiga nadie del edificio. Se queda dentro de mi, mientras termina de soltar toda su leche en el condón, y al poco se retira.
    
    -Buf, estos condones son buenísimos. Es casi como hacerlo a pelo. ¿Qué tal? ¿Te ha gustado?
    
    -Si, mucho, le miento.
    
    Se quita el preservativo y lo tira a la basura que hay junto a su mesa. Se limpia el pene y veo como empieza a perder su erección.
    
    -Si tienes un poco de paciencia, podemos hacerlo otra vez.
    
    Su pene ya está casi flácido del todo. Se mira y me dice: Tendrás que ayudarme un poco.
    
    Yo me incorporo y se la chupo despacio, el me mira y me acaricia el pelo. Su pene aún no reacciona. Se la chupo con más fuerza, más intensamente y enseguida vuelve a empalmarse. Su glande expulsa unas gotitas de semen de su corrida anterior.
    
    Ahora me pide que me ponga en cuclillas, a cuatro patas. No me opongo. Me quito la blusa y el sujetador y desnuda del todo le pregunto por su mujer.
    
    -Mejor no hablemos de ella. Vamos a separarnos.
    
    Yo, no sé porqué, le beso la boca. El también, nos abrazamos y su pene ...
    ... súper duro, toca mi tripa. Cojo el preservativo y se lo pongo yo, despacio, con cuidado. Me subo a la camilla y le ofrezco mi culo en pompa.
    
    Se acerca a mí y me penetra de nuevo. Se agarra a mis caderas y me bombea fuerte, su pene roza mi punto g y esta vez sí que gozo como una loca, soy una guarra, una ninfómana que solo quiere follar y no me importa quién me penetre.
    
    Seguimos un rato así, el bombeando fuerte y yo gozando como una loca, pero luego me giro y le dijo que quiero ver su cara cuando se corra. Él se sale, me gira y me coge a pulso y contra la pared, termina de follarme. Se corre con un gemido alto, que no puede evitar, mientras acaricia mi cara.
    
    -Claudia, que gusto me das. Me dice.
    
    Me tumbo en la camilla y el también, después de limpiarse el pene y así nos quedamos, abrazados un rato. Me he olvidado por completo de José y su par de amigos imbéciles. Ahora solo quiero follar con mi doctorcito, que me alivió mi escozor y ahora me provoca otro, jeje.
    
    A los pocos días, vuelvo a ver a José, yo estoy un poco fría con él y se da cuenta de que pasa algo, porque ya no quiero cambiar el turno para coincidir con él, cuando me lo propone, pero no me dice nada directamente. A mí no me importa nada. Yo no me quito de la cabeza al doctor y cojo la agenda para llamarle y que me dé cita y volvamos a follar.
    
    Continuará... 
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