1. Lorena, un interludio


    Fecha: 24/04/2019, Categorías: Anal Primera Vez Hardcore, Autor: el_amante_anal, Fuente: xHamster

    ... un flujo transparente, que poco a poco lubrico sus carnes, dejándome atravesar completa su raya, verlo era la gloria, mi tamaño hacia que se abriera casi al máximo su raya, cada vez más lubricada, y con su espalda más arqueada que nunca Lorena me ofrecía el paraíso, en la forma de su esfínter ya algo relajado pero pequeñísimo que se abría y cerraba rítmicamente en lapsos de segundos casi al ritmo un latido suave.Tome mi pene en su mitad y comencé la presión en su ano, era muy dificultoso, su dilatación no alcanzaba a recibir el diámetro de mi glande, y Lorena comenzó a asustarse en demasía y bamboleaba sus caderas intentando evitar esa presión, así que decidí dominarla, tomándola de sus brazos, los cruce en su espalda y con mi mano izquierda los sujete contra su cintura presionando hacia abajo, inmovilizándola momentáneamente, con mi derecha seguí sosteniendo mi brutal erección en la posición y finalmente me introduje en su ano, escuchando su grito, que ahogado en llanto se transformaba en suplica.Lo sabía, sabía que sería mía, sabía que la poseería, sabía que su culo seria la ofrenda que me daría placer en su el suplicio de su sufrimiento...Sus brazos se tensaron y aunque en su delgadez no lo denotaba poseía una fuerza extraordinaria y con ella intentaba evitar ese dolor, del intruso que la poseía, era increíble como con tanto placer me controlaba y aunseguía intentando ser suave, no había aun llegado a introducir mi pene en su longitud, así que dominándola con más ...
    ... fuerza eleve apenas mis caderas, retirando mi pene unos centímetros, lo que provoco al parecer algo de alivio en Lorena, porque se relajó apenas un poco, pero casi al instante empuje nuevamente invadiendo su interior, era increíblemente estrecho, increíblemente cálido, increíblemente placentero, nuevamente grito, pero se acentúo su llanto, que ahogaba el grito, esta vez me introduje en su esfínter hasta un tercio del largo de mi pene, y al salir nuevamente sentí un efímero relax en su cuerpo, pero al entrar por tercera vez esta vez en forma casi completa, mi pene había ensanchando endemoniadamente su ano, y provocando una avalancha de suplicas y llanto. Acalle algunos diciéndole que sería breve, que pronto acabaría, tratando de hacerle entender que no podía parar ahora, porque su encanto era demasiado y debía terminar lo que había comenzado.Sabía que no me podría contener mucho, con lo que comencé a bombear, mientras luchaba por mantenerla quieta, y escuchaba su llanto, con cada empuje ella levantaba su cabeza arqueando su cintura, e intentaba inútilmente evitar al enorme intruso que violaba su precioso culo con violencia. Mejoro mi comodidad y tome un brazo con cada mano sosteniéndolos contra sus caderas para permitirme la visión de sus nalgas abiertas que parecían implorar piedad ante mi inmensidad, y lentamente Lorena fue entregándose, resignándose al suplicio, dejando de luchar con sus brazos y dejando de convulsionar sus caderas inmovilizadas ante la fuerza superior de mis ...