1. Tras la violación de mi mujer


    Fecha: 18/04/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Craso, Fuente: CuentoRelatos

    ... le dilataba el culo, acercó de nuevo la mano al culo de mi mujer y mientras ella mordía el pañuelo le introdujo los cuatro dedos para después introducir casi toda la palma de la mano, la cara de mi esposa estaba roja del dolor que estaba pasando.
    
    Durante todo ese tiempo no me atreví a abrir la boca, fue lo que prometí, pero veía que se estaban ensañando con mi mujer de forma extremadamente violenta. Ella no había parado de llorar durante todo el tiempo.
    
    Tras sacarle la mano del culo, uno de ellos se tumbó en la alfombra a un metro de mis pies, agarrándose la polla completamente erecta, que bien podía tener los veinte centímetros o más, al igual que la de los otros dos, indicó a mi esposa para que se pusiese encima de él , ella obedeció y poniendo sus piernas hacia los lados, clavó ese enorme pene en su coño y estuvo poco más de un minuto cabalgando encima hasta que le llegó un orgasmo grandioso, gemía, gritaba y jadeaba como una posesa, estaba claro, el sentirse dominada, maltratada, vejada y finalmente follada por una tremenda polla la volvía loca.
    
    Tras el orgasmo el que le propinó los latigazos con la fusta y que también le metió la mano en el culo, hizo lo propio con su polla, se la introdujo de golpe por detrás mientras ella seguía encima ...
    ... del otro con su polla dentro del coño, era impresionante la forma de follar que tenían, le estaban dando una caña tremenda, pero no habían pasado tres minutos y ya volvía a tener otro orgasmo. Durante esos momentos mi mujer me miraba con la cara ya más relajada y llena de manchones de pintura de ojos y labios.
    
    El tercer hombre, que todavía no había intervenido y que sólo había estado observando acercó su miembro a la cara de ella y le dijo “venga, métetela hasta la garganta, que el cornudo vea como disfrutas con nuestras pollas”, aludiéndome a mí. Era la segunda vez en mi vida que veía a mi mujer con todos sus orificios rellanos con unas pollas extraordinarias, a los dos o tres minutos, se sacó el miembro de la boca y comenzó a gritar poseída por su tercer orgasmo, era asombroso, en apenas diez minutos había tenido tres.
    
    Los tres sacaron sus pollas de dentro de los orificios de mi esposa y le ordenaron que se pusiera de rodillas con su cara frente a sus tremendas pollas. Mi esposa se puso a masturbarlos y a lamer sus pollas hasta que se corrieron abundantemente encima de ella, le llenaron la cara y la boca de semen diciéndole uno de ellos, que antes de tragárselo abriese la boca para mí y me mostrase el semen de macho que tanto le gustaba tragar. 
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