1. Lo conocí en el supermercado donde trabajo.


    Fecha: 11/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Me llamo Rocío, tengo 45 años, casada, madre de dos hijas. Soy una señora delgada, sin esos cuerpos que en muchos lados dicen tener las amantes de turno, sino que soy muy normal, tetas pequeñas, culo poco pronunciado, ya digo, normalita. Hace 25 años que estoy casada, no se si por los años, o por la rutina de la convivencia, la relación con mi marido se fue enfriando lentamente. Tenemos sexo, si, pero muy de vez en cuando, y tenemos que utilizar lubricantes y estímulos exteriores para poder hacer algo. Mi marido sale por su lado, y yo por el mío, de lunes a sábado, trabajo en un supermercado en el pueblo donde vivo, que no voy a decir cuál es, pero si diré que esta cerca de Talavera de la Reina. Hay un señor, algo mayor que yo que va casi a diario, vive solo, es todo un personaje, por su forma de vestir, sus barbas enormes y su pelo por debajo de sus hombros, pero muy educado y simpático, a mi personalmente me encanta hablar con él, y a otra compañera también, nos causa mucha gracia sus ocurrencias. Haga el tiempo que haga, Gastón esta siempre como si fuera verano, es muy raro verlo abrigado. A mi me encanta salir los domingos a la tarde a caminar, me voy por un camino que se llama el camino verde, que da vueltas por zonas rurales, y pasa por la vieja estación de trenes. Una tarde caminando, lo encuentro por casualidad a Gastón, nos saludamos y sigo mi caminata, "a donde vas Rocío?", me dice en voz alta, sin llegar a ser un grito. "A caminar, siempre lo hago", le dije, ...
    ... cuando llegó a mi lado, "voy con vos?", me dijo. Gastón es argentino. "Vale", le dije, y empezamos a caminar juntos. Gastón es de esas personas que inspiran confianza de inmediato. Íbamos hablando de cosas sin importancia, hasta que me pregunta que porque mi marido no me acompaña en mis caminatas, yo no sabía si decirle la verdad o inventarme una escusa, pero opte por decir la verdad, y le fui contando a grandes rasgos como mi matrimonio se estaba deshaciendo, sin llegar a contarle cosas íntimas. Por primera vez me fijo en sus ojos, de un verde intenso, y seguimos caminando por el camino rural, viendo a nuestros costados construcciones abandonadas y derruidas, yo estaba que me orinaba y le dije que iba a ir hasta una de esas construcciones a hacer pis, Gastón me acompañó y se quedó a una distancia respetuosa sin verme nada. "Si yo fuera tu marido, hubiera ido con vos, y te habría echo el amor", me dijo cuando llegue a su lado, dejándome muy sorprendida por lo que me dijo, pero no lo tomé a mal, seguimos caminando y Gastón me preguntaba si había echo el amor en el campo, tirada en los pastos, de parada en algún lugar que no sea la intimidad de mi casa, "no, nunca lo hice", le respondí un poco acalorada por el tema y seguíamos hablando de eso y de otros temas y Gastón no dejaba de decirme algún que otro piropo, me di cuenta que me estaba tirando los tejos, aunque si yo no estuviera con mi esposo, la cosa hubiera sido distinta, ya que me gusta, y entrando en confianza le conté como ...
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