TODO PERFECTO. - Relatos Eróticos

TODO PERFECTO.

El muchacho, era un avezado y experiente integrante de una banda de chicanos que en la frontera con el gran país del norte, solían atrapar jóvenes a las que luego de saciar sus hambres de sexo y sadismo, las eliminaban dejándolas muertas en el desierto. Cosa, común y sabida. Ahora. la cosa era un poco más osada: El muchacho, él solito, había puesto en su ambiciosa mira, a una gringa rica y hermosa, rubia y gorda. Una inmensa y hermosísima joven dueña de una exuberantísima figura despampanantemente piernuda y culona, tetona y con una gracia y desparpajo que su rica posición social sobradamente le daba. El muchacho había puesto sus ojos y deseos más lujuriosamente sádicos en ella, y ya nada ni nadie, le iba a sacar de su cabeza el deseo de hacerle correr -él solo, solo solito-, la misma suerte que a todas las demás infelices desgraciadas, les hacían ellos correr cuando en sus manos caían. Había trazado muy pensadamente su plan para capturarla estudiándole los pasos que ya venía él estudiándole desde hacía tiempo, y llegado el momento. ¡allá sale a proceder con lo suyo! La muchacha, una estupenda estudiante avanzada, estaba trabajando en los estudios de una potentísima droga que sería el boom en el mundo de lo sensual y lujurioso. ya que había -junto con otras amigas de la universidad-, conseguido la manera de obtener una maravillosa fórmula que centuplicaba la potencia sexual del macho humano,convirtiéndolo en un enloquecido ser desaforadamente eficáz y sometidamente sumiso, ...

... sin poder escapar de un contínuo estado de locura erótica que lo dejaba a la merced completa de la mujer que en sus manos lo tuviera. Ahora, ya con el flamante producto, ya obtenido y elaborado y sólo a la espera de encontrar a alguien a quien someter para en él experimentar su eficacia, marchaba la muchacha felíz y sonriente en su hermosa camioneta, rumbo a donde sus amigas la esperaban para trazar un plan donde buscarían la manera de encontrar algún "chanchito de indias" en quien éso probar. Pero allá en la ruta, unos troncos atravesados le cortaban el paso. Aminora la marcha y se detiene al estar los troncos en un estratégico lugar donde no podía maniobrar para desviarlos, y bajándose de la camioneta, comienza a observar. Entonces. el muchacho aparece. ! Surgiendo desde unos matorrales ahí cerca, se ofrece para ayudar, y comienza su astuto trabajo para capturarla en su menor descuido. La muchacha, astuta también y presintiendo la trampa, comienza a manejarse con sutil inteligencia y cuidado, y mostrándole una muy falsa simpatía y confianza, le sigue el juego, esperando ver dónde él mostraría su inminente traición. Un juego de inteligencias. comienza a darse. ! La muchacha, vistiendo una escandalosa minifalda que exacerbaba la sensualidad exagerada de sus despampanantes piernazas gordísimas, hicieron inmediatamente encenderse al hermoso y ardiente muchacho que parecía querer estallar ahí mismo en alucinante locura de deseo lujurioso y loco. Conteniéndose a duras penas aunque ...