1. Yo le doy mis calzones también


    Fecha: 01/04/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Hace algunos meses atrás, publiqué un relato que le puse de título: “Un calzón para mi colección”. Relato mi experiencia con Diana, una chica colombiana que ese día de mi despedida de la empresa para la que trabajaba, me dio de regalo su tanga usada. Hace unas semanas atrás, se comunicó a través de correo electrónico una lectora de nombre Yesenia, quien se identificó como una chica centroamericana, de 18 años, y que coincidentemente vive a solo unas cuantas millas de mi ciudad. Yesenia estaba también dispuesta a regalarme sus calzones y por tanto pasamos por ese protocolo de algunos correos electrónicos, algunas fotos y finalmente esas entrevistas por video chat.
    
    Desde el inicio de las primeras notas, supe que esta chica estaba dispuesta a todo. Me envió por correo electrónico su licencia de manejar y de esta manera corroborar que ya tenía sus 18 años. Obviamente me envió fotos con poses desnudas, mostrándome sus preciosos pechos, como también sus fotos totalmente desnuda donde me deja ver su bien afeitado sexo.
    
    Habla que quiere experimentar con un hombre mayor como yo y que tiene la seguridad de disfrutar del sexo debido a mi experiencia que relato en muchas de las historietas que les he compartido. Como vive a solo 15 millas de mi casa, acordamos en vernos personalmente en un restaurante cerca de su escuela y de ahí tomar la decisión final, si es que quiere experimentar tener sexo total conmigo. Yesenia llega exactamente a las 12:45 p.m. como habíamos acordado.
    
    Al ...
    ... principio ella se describió como una chica pequeña y no muy escultural como a las que describo en la mayoría de mis relatos. En el caso de Yesenia, debo admitir que es la chica más llenita que me he cogido en toda mi vida. Con solo cinco pies y cinco pulgadas, su peso de unas 140lbs es la chica con más peso para esa altura con la que me he ido a la cama, pero realmente, su peso está más concentrados en sus pechos y enorme trasero que fácilmente llega a los 96 centímetros. Cuando la vi llegar al restaurante con su pantalón de mezclilla y su blusa ajustada de color naranja, realmente quedé impresionado, y pensé que todas las fotos que me había enviado, en realidad no le hacían justicia. Yesenia en persona se miraba divina y usaba un perfume muy sensual que me alborotó mis hormonas. Ella me reconoció y acercándose a la mesa y con enorme confianza me extendió su mano diciendo:
    
    - ¡Mucho gusto Sr. Antonio Zena, un enorme placer conocerlo!
    
    Toda aquella plática fue en español, pues Yesenia es un inmigrante que apenas tiene dos años viviendo en USA. Se sentó y frente a mi tenía a una chica tan joven, pero que transmitía una enorme confianza en sí misma. Realmente me impresionó, pues nunca había tenido una plática tan directa y con ese timbre de voz que denotaba que sabía lo que quería, y porque había llegado hasta ahí.
    
    - ¡Es un hombre muy guapo! Lo imaginé que en persona usted se miraría aún mejor que en las fotos.
    
    - ¡Gracias! – le dije y continuó.
    
    - Como ve, no soy la ...
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