1. Mucho más que sumisa


    Fecha: 25/03/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... a sus deseos y dejar que su amigo me rompiera el culo… y en presencia de mi esposo…El tiempo pareció detenerse mientras yo buscaba una respuesta en mi interior y miraba a Víctor; que seguía filmando mi cuerpo desnudo, mientras yo sentía el semen de ese hombre deslizarse entre mis muslos…El tipo parecía esperar mi decisión final; de repente, unos golpes a la puerta rompieron el hechizo del momento y me volvieron a la realidad.Allí estaba su amigo; un hombre mayor, de aspecto sucio y desaliñado, sudando copiosamente. Saludó a mi Amo y se acercó hasta la cama, sin quitarme los ojos de encima.Miraba alternadamente a su amigo y a mi esposo, como si no pudiera creer que iba por fin a disfrutar del culo de una buena hembra… mi culo…Cuando el hombre apretó una de mis tetas entre sus manos, miré a Víctor para pedirle ayuda, pero él estaba concentrado filmando la escena.“Está muy sucia, tiene leche chorreando entra las piernas…” Dijo el tipo.“Claro, si acabo de cogérmela y dejarla bien llena de mi leche…”Entonces me levanté de la cama y fui al baño.Desde allí escuché a mi Amo decirle a su amigo:“Vas a ver cómo coge esta perra… seguro tiene el culo virgen además…”Cuando regresé al dormitorio, el tipo se me vino encima, tomándome por detrás y besándome el cuello, mientras metía un par de dedos en mi vagina, que se humedeció al instante. El tipo respiraba ruidosamente y no paraba de sudar. Pronto sentí mi cuerpo empapado de su pegajoso sudor.“Vamos a la cama, nena…quiero tu culo” Gruñó ...
    ... con voz ronca.Me arrodillé en la cama y el hombre se sentó a mi lado; arrastrándome hacia él por mis caderas. Comenzó a hurgar en torpemente dentro de mi entrepierna, provocándome dolor por la tremenda cogida que me había dado mi Amo un rato antes.Separé un poco mis muslos para aliviar el dolor, mientras mi marido seguía filmando todo. El hombre siguió metiendo y sacando sus dedos de mi vagina; le supliqué que lo hiciera más despacio, pero no sirvió de nada.Comencé entonces a moverme yendo al encuentro de sus dedos, para que me doliera menos y además porque me estaba calentando mal. A medida que sus dedos aumentaban de velocidad, también yo aumenté el movimiento de mi pelvis; que se hizo más evidente, cuando comencé a jadear y a gemir con más ganas, mientras ese tipo no dejaba de meterme sus dedos.Mis gemidos seguían el ritmo de esos dedos que me penetraban y cada vez se iban haciendo más agudos. Ya estaba a punto de acabar…Mi Amo pudo adivinarlo, porque le comentó a su amigo:“La perra viciosa ya está casi a punto de acabar otra vez…”Y así fue, de repente, sin darme tiempo a nada. Mi cuerpo se tensó como un arco, mi boca se abrió enorme para exhalar todo el aire de mis pulmones en un lamento profundo y tras una breve pausa de todos mis músculos en tensión, comencé a rebotar sobre mis manos y rodillas…Acabé gritando como poseída.Mientras yo me relajaba, el hombre se subió a la cama; gateó entre mis muslos abiertos y sin previo aviso me clavó su verga endurecida hasta el fondo de ...