1. Fantasía cumplida


    Fecha: 17/03/2019, Categorías: Intercambios Autor: mauricio, Fuente: CuentoRelatos

    ... también tiempo a que solos hicieran confianza y se animaran. No me tarde gran cosa, el corazón me latía por la excitación y pensé que al salir todavía estarían entre el sí y el no pero ya más decididos a aventarse.
    
    Cual sería mi sorpresa que ya estaban sobre una colchoneta que colocaron en la sala, ella con las piernas abiertas y levantadas sobre los hombros de nuestro amigo, gimiendo y pidiendo más y más, mientras él bombeaba con fuerza dejándole ir la verga hasta adentro, en un entrar y salir que la hacía decir: así, así, así, más, más, más.
    
    Cuando sintieron mi presencia, él como que se detuvo momentáneamente, tal vez temiendo alguna reacción mía adversa, pero ella se le pegó y le exigió síguele, síguele, métemela toda, no te detengas.
    
    Mi excitación fue mayúscula. Ella estiró la mano para hacerme señas de que me acercara y mientras se la seguía dejando ir, ella me agarró la verga y me jaló para que se la pusiera cerca de la boca, me dio una mamada sabrosa, como nunca. El amigo terminó y ella también, pero quiso que enseguida se la metiera yo, mientras al amigo se la mamaba ahora para que se le volviera a parar. Enseguida le puso la verga otra vez bien dura y le dijo ahora acuéstate tú, que yo me voy a subir para sentirla toda adentro. Me hizo una seña y un guiño, que yo entendí de inmediato, en esa posición su trasero ...
    ... quedaría expuesto y yo podría buscar la penetración anal, para que sintiera ello lo que quería, tener dos vergas adentro haciéndola sentir placeres insospechados.
    
    Así lo hice y aunque el anal siempre lo había rechazado, en esa ocasión estaba tan excitada y tal vez relajada que le entró mi pene sin dificultades y con mucha facilidad.
    
    Disfrutamos de lo lindo, bastante sexo y ella, como dijo, quedo bien cogida y por todos lados. Nuestro amigo se fue y nos quedamos solos, ella a veces diciendo que tal vez no estuvo bien que llegáramos eso, pero luego se acordaba de lo que gozó, diciendo que aun sentía latidos en su panochita y en su culito, así como el sabor de las vergas en la boca y decía entonces que había valido la pena y que hasta debíamos buscar repetirlo.
    
    Nos dormimos un rato y al despertar, cogimos como nunca, muy excitados porque habíamos vivido emociones fuertes y compartidas por los dos, sin engaños y dándonos una muestra de amor al permitirnos que cada uno viviera su fantasía. Fue para darte gusto, me dijo. Lo mismo te digo yo, le dije: “lo que quería era que tu gozaras y sintieras lo que querías sentir”.
    
    Después hicimos otras cosas y al final de cuentas mi mujer me dijo que gracias a mi se ha atrevido a sacar la puta que toda mujer lleva dentro. La pasamos muy bien, y ella sigue tan buena como cuando la conocí. 
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