1. EN LO QUE TERMINARON LAS FANTASÍAS DE MI ESPOSO


    Fecha: 13/03/2019, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Hola mi nombre es Marlene tengo 46 años, de los cuales llevo 25 años de casada con Arturo y en todo este tiempo hemos llevado una buena relación pero debo comentarles que hace un par de años, en medio de una noche de muchas copas me hablo de una fantasía que tenia sobre que hiciéramos un trió, pero a pesar de lo embriagada que estaba ese día le dije que no, la verdad me cogió por sorpresa, mas sin embargo el asunto me quedo dando vueltas en la cabeza. Tiempo después en el momento más excitante en que estábamos disfrutando del sexo volvió a mencionar el asunto del trió, pero ya en esta oportunidad no hubo tanta sorpresa y algo pudimos hablar, de si un hombre o una mujer, conocido o desconocido etc. , y él me dijo que yo podía escoger lo que quisiera. Ya con esta segunda oportunidad de mencionarme el tema sí que me quedo sonando la idea, pero no lograba imaginar cómo, con quien y cuando. En algún momento pensé en el hermano de mi esposo, el se llama Gustavo y de tiempo atrás sé que es bastante caliente en asuntos de sexo, incluso alguna vez en una fiesta que hubo bastante licor, se me insinuó, pero yo deseche la idea de inmediato. Pero la semana pasada mi esposo invito a Gustavo a nuestra casa porque estaba solo, su familia había viajado al exterior y él por su trabajo no pudo viajar con ellos, por otra parte nuestros dos hijos se iban desde el viernes a un paseo con sus compañeros de universidad, de manera que estaríamos solos los tres. No niego que en algún momento pensé ...
    ... en lo que habíamos hablado tiempo atrás con mi esposo y en lo que yo había pensado respecto a Gustavo, pero creí que eran fantasías mías y me olvide del asunto. Mi esposo me pidió que me arreglara muy bien por que de pronto salíamos a comer y yo me esmere por estar muy sensual sin caer en la atrevida provocación. Una blusa semitransparente blanca, una falda negra un poco corta a media pierna y medias de nylon ajustadas a las piernas, rematadas en un encaje muy sutil. Mi ropa interior la más delicada, toda negra. En la noche cuando llego Gustavo decidimos ir a comer a un lugar que es como una cabaña muy acogedora y acompañamos la cena con unas buenas copas de vino. Allí en el lugar después de las diez de la noche había opción de bailar y en ese momento pienso que se dio inicio a lo que más tarde vendría. Primero mi esposo bailo conmigo y luego Gustavo, en principio todo muy normal, pero como no soy tonta comencé a notar cierto secreteo entre ellos y me dio la impresión, con ese sexto sentido que tenemos las mujeres, que algo se traían entre manos. Efectivamente más tarde las invitaciones a bailar fueron más frecuentes de parte de Gustavo y cuando lo hacíamos el pegaba bastante su cuerpo al mio y como no soy de piedra me comencé a excitar y a rondarme por la cabeza la idea de que algo podría pasar más tarde. Eso me lo fueron confirmando los hechos acontecidos durante el tiempo que estuvimos en aquel sitio, a la media noche convinimos en regresar a casa. Pensé que dejaríamos a ...
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