1. El gordo pene de Carlos


    Fecha: 17/08/2017, Categorías: Sexo Oral Autor: Chantal, Fuente: CuentoRelatos

    ... su pito, ella no había querido pero él la acorraló en un rincón de la habitación grande y se había bajado los pantalones, Betina se había tapado los ojos, pero la curiosidad pudo más que su pudor, y al cabo de unos minutos, había pedido jugar con "eso", pidió tocarlo, e instantes después, lo acariciaba y besaba con ternura inocente. Ahora esta hermosa mujer lo miraba embelesada...
    
    Mayra no podía creer lo que sus ojos veían, Carlos era buen mozo, nada del otro mundo a la vista de una mujer que había sido objeto de infinitos intentos de conquista por parte de los más guapos argentinos de clase alta, pero el espectáculo que el muchacho ofrecía ahora distaba mucho de lo que ella hubiera esperado. En medio de su bragueta colgaba esplendoroso un soberbio pene de color más bien claro, longitud y diámetro formidables.
    
    Con mirada satisfecha, casi sonriendo Carlos tomó por la base sus testículos, terminando de sacarlos del pantalón para exhibirlos en su total magnitud y masturbándose luego suavemente preguntó en tono sarcástico: -"¿Qué te parece lo que te ofrezco belleza?"
    
    No esperaba respuesta, pero la reacción de Mayra lo sorprendió levemente.
    
    Ella levantando apenas un segundo su mirada para dirigirla a los ojos de Carlos, dejando caer sus lentes sobre sus pechos pendiendo de su cadena dorada, se levantó de su sillón y rodeó el escritorio que los separaba.
    
    Él, aun temiendo una reacción agresiva, giró sobre sí mismo apoyando una mano sobre el escritorio, y como en ...
    ... actitud sumisa, sabiendo que se había propasado, intentó guardar su polla, pero la mano derecha de Mayra lo detuvo.
    
    Sosteniendo aún la mano de Carlos con la suya, comenzó a desabrochar suavemente los botones de la camisa del muchacho, cuando hubo terminado, describiendo círculos con su mano izquierda sobre su pecho descubierto, procedió a desabrochar su cinturón, luego pasó al botón del pantalón y dejando por fin libres los atributos masculinos del muchacho, dobló sus piernas agachándose hasta su pelvis y dirigió su boca al trozo de carne que ahora ardía entre sus manos.
    
    Carlos, ya más calmado después del pequeño susto, la dejó hacer, con otros aires, relajó sus manos, apoyándolas ambas al escritorio a sus espaldas y relajó los músculos de sus piernas dispuesto a disfrutar esperando su momento de actuar...
    
    Mayra tenía ahora toda su atención en la gran pija que tenía frente suyo, y en sus huevos, los más grandes que había visto. Aferró parte de ellos con su mano izquierda y sosteniendo el pene por debajo, le dedicó varios besos suaves con sus labios húmedos y pasó su lengua tratando de abarcar su totalidad, sin dejar de observar sus reacciones y el magnífico tamaño que éste iba tomando ante sus estímulos. Veía como la erección se hacía tangible, la flaccidez del principio daba lugar a una mayor firmeza y con placer observaba como la piel del prepucio se ensanchaba, estirándose dejando ver su cabeza, de color más rosado. Sacando todo lo que podía su lengua comenzó a lamer ...