Patas arriba (XVII) - Relatos Eróticos

Patas arriba (XVII)

Para variar, no tengo mucho qué decir... en fin, veamos lo que les sucede a estos locos jovencitos:

Patas Arriba XVII

?????

Bueno, estas se lo han buscado, nadie tiene derecho a hacer algo sin mi consentimiento y ellas no lo pidieron para ser felices, así que no lo serán nunca, de eso me encargo yo, aunque tenga que matar a una, las separaré, si osan desafiarme, que enfrenten las consecuencias. Me encanta esto de hacer sufrir a los demás, se comportan como idiotas, pues que sufran como tales y que me dejen vivir en paz haciendo mis locuras jajajaja.

Ja, ustedes esperan saber más de mí, pero eso no sucederá, al menos no hasta que no puedan detener mi inevitable plan de destruir a todos los que viven felices y sin pensar en lo que provocan con sus tonterías de disfrutar la vida, ¡esta vez no fracasaré!

Tavo

Después que me reuní con los chicos y me dieron la noticia, evidentemente me sentí bastante mal, desde que las cosas con mi familia se solucionaron tuve una relación cercana con todos, incluso con mi padre, pero no sabía que tuviera problemas del corazón, él sabía que podría haberle ayudado, pero no me dijo nada, así que supongo que fue algo repentino.

En cuanto me repuse de la impresión, hice lo que debía: llamé a la gerencia médica, me autorizaron para hacer lo que tenía que hacer y en el acto contacté a una aerolínea para que me llevasen a mi tierra natal, los chicos querían venir, incluso Cami y mi hijo Joseph, pero no puedo permitirlo, la peña no ...

... puede dejar sus trabajos, los chicos no pueden faltar a clases, es imperioso que todos continúen con sus vidas, así que el único que vendrá conmigo es el viejo Anderson, ni siquiera Dani vendrá conmigo. Anderson, como amigo de la familia, es algo que lo toca de cerca, además, él no lo sabe, pero en el testamento hay algo para él, mi padre quiso agradecerle el que siempre me cuidara y que pese al rechazo familiar fue el mejor amigo del mundo al buscar mi bien sobre todo y no abandonarme.

A mi padre lo enterramos en un buen cementerio y le rendimos todos los honores, luego debía esperar una semana antes de dar lectura al testamento, decidimos no rizar mucho el rizo y quedarnos en un hotel, así no incomodaríamos a nadie, además, el testamento no dejaría a nadie contento, por lo que quise evitar cualquier desliz.

Llegó el momento y tuve que seguir el protocolo y dar lectura al testamento, haciendo un resumen: la mitad de todo será para mamá, una cuarta parte entre mis tres hermanos, la otra entre Anderson y yo; eso en lo que respecta al dinero en los bancos, las empresas se repartirían de manera similar, sólo que se dividió en tercios para mamá, mis hermanos y Anderson y yo. Lo complicado fueron las propiedades: para mamá sería la casa donde vivieron, mis hermanos heredarían cada uno una casa en la capital, pero las casas de la playa, la de Cancún y la de Río de Janeiro, esas casas se venderían y el dinero se repartiría entre Anderson y yo. Finalmente, Anderson heredaría la ...