MI EX RECLUSO - Relatos Eróticos

MI EX RECLUSO

MI EX RECLUSO Un Juez del Estado había emitido un perdón a todos los presos que cumplían delitos menores, se les había otorgado la libertad condicional a lo que muchos vimos con buenos ojos, pero jamás imaginamos que se volverían una plaga en la ciudad. Tengo 30 años y soy un abogado criminalista, soy soltero y vivo en un barrio de clase Media Alta al Oeste de la ciudad. Después de una larga relación que me había dejado cansado y lastimado, había jurado jamás volver a involucrarme con otro hombre sentimentalmente, aunque si mantenía relaciones sexuales esporádicas con gente que conocía en el GYM y de encuentros casuales usando aplicaciones del Móvil para conocer personas. Mi historia comenzó un día que escuche ruidos en el patio trasero de mi casa y lo primero que pese fue en algún gato o perro había tirado el bote de basura y lo revoloteaban con esmero, a lo que fui a ver qué pasa y mi sorpresa fue encontrar un chico de unos 25-28 años, revoloteando el bote de basura a lo que de mal humor le pregunte - Tío Que haces? mira nada más que regadero de basura me estás haciendo, vete antes de que llame a la policía y te lleven preso. A lo que el chico muy molesto y de mala gana me respondió - Yo no te estoy molestando, Solo busco cosas que ustedes tiran y que yo pueda vender para comprarme comida y ahorita recojo todo y me voy. Claro que no le creí y le respondí: - Cual comida ustedes solo buscan sacar dinero para drogarse, si quisieras trabajar estuvieras buscando trabajo y no ...

... basura. El chico muy molesto se dispone a juntar toda la basura la regresa al bote de basura y me grita - Yo no sé cuál es su puto problema! ya te he dicho que me iré y dejare todo limpio, ustedes los ricos son una bola de maricones sin ninguna humanidad ojala y te den por el culo por cabron. Me molesto tanto la forma como me grito que no sé cómo ni por qué le respondí: - Si me dan o no por el culo eso es mi problema y si así fuera espero y sea una buena polla gorda, pero te quiero fuera de mi vecindario. El chico se incorporó y pude contemplar un cuerpo alto como de 1. 85, Atlético con un rostro masculino algo sucio y quemada por el sol y con la barba de varios días pero lo que más llamó mi atención fuero sus cejas pobladas y obscuras que hacían marco a unos ojos verde claros que me miraban con un odio penétrate. El chico de mala gana pateo el bote de basura y se alejó maldiciendo me. Hice mis actividades del día y ya de regreso a casa, me recosté en el sofá y recordé del incidente del chico de los ojos verdes, sentí un poco de pena, pensé que quizás había sido un poco injusto con el chico, quizás en verdad solo buscaba como ganarse unas monedas y comprar su comida toda la tarde estuve pensando en el chico, pese a que tenía una sucia y vieja camisa de manga larga pude ver como se marcaban unos enormes brazos y empecé a fantasear lo cual me puso algo cachondo y empecé a tocarme el bello de mi plexo y poco a poco metí la mano bajo de mis jeans y empecé a juguetear con mi polla en ...