1. A los cinco años me desvirgó el plomero de mi casa


    Fecha: 26/02/2019, Categorías: Gays Autor: ananafiz, Fuente: SexoSinTabues

    Cuando era pequeño, tenía unos cinco años, no más. Mi casa se encontraba en plena obra de construcción, es decir, tenía albañiles por toda la casa. Mis padres trabajaban todo el día, y yo estaba en vacaciones de verano. Lo loco de todo esto, es que mi mamá es la responsable de lo que me pasó aquella vez. Es que ella me compró una ropa de verano similar a la de Quico del Chavo del 8, pero más acustada. Sí, mi mamá me vistió de marinerito, siendo yo un niño de cinco años, de piel blanco pronceado, llenito (lo que prácticamente califica como nalgoncito), con cabello rubio, ojos miel, y muy simpático y explorador. Así como suena, me encantaba socializar, conocer gente. Me gustaba ver cómo trabajaban los albañiles, en mi mente no había nada sexual, solo me gustaba aprender cómo se hacía el cemento, y se lo utilizaba para levantar muros. Un niño hermoso, lo digo un poco en broma y otro poco en verdad: si pudiera viajar al pasado trataría de tener sexo con el niño que alguna vez fui. Pero no caeré en la auto-promoción porque es de mal gusto. En fin. Un día, como cualquier otro. Mi mamá trabajaba y mi papá también. Ambos regresaban a casa muy de noche, sólo quedaba mi abuela y los albañiles. Había uno de ellos que era extranjero, más precisamente de Paraguay. El hombre no era feo, se hecho era un tipo que me agradaba porque era el que hacía la instalación de plomería, gas, y electricidad, algo que yo lo veía como "lo más importante de la casa". Un hombre, no sé la altura, claculo ...
    ... que normal, para mí era alto. Delgado, de piel trigueña, ojos negros, cabello negro. Si hoy tengo que calificarlo como feo o lindo, lo coloco en término medio (eso que no soy gay). 8-) La cuestión es que, ese día en particular no vinieron tres de los cinco albañiles que venían siempre. Sólo vino el capataz y el plomero. Como era lunes, luego de grande lo sé, seguramente los otros tres se quedaron ebrios en sus casas. :? Resulta que el capataz se fue al mediodía, sólo quedó trabajando el plomero. Yo, vestido de marinerito, con el pantolocinllo celeste (que era tan corto como los shorts que usan las chicas en la actualidad) me encontraba fizgoneando cómo trabajando el plomero. Lo cierto es que yo con él no tenía casi trato, él siempre hacía su trabajo y yo miraba cómo trabajaban los obreros que levantaban paredes. En ésta oportunidad yo observaba y le preguntaba para qué era cada herramienta que él levantaba (cosas típicas que hacen los niños "y para qué sirve", claro!). Yo- "¿Cuándo vas de construir la cañería?". Le pregunté en un momento. Plomero- "Pronto, ¿Qué harás cuando tengas todas las cañerías instaladas?". Me preguntó. Yo- "Me bañaré, iré al baño, mi mamá cocinará. No sé. " Le dije inocentemente. Plomero- "Oye, la regadera la instalé ayer. ¿Ya la haz probado?" Me preguntó en un tono extraño, y volteándose hacia mí con una mirada que no entendí. Yo- "No. ". Contesté extrañado por su mirada. Plomero- "¿Quieres que la probemos?". Me dijo con el mismo tono de voz mientras me ...
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