1. Cabañas adyacentes


    Fecha: 20/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Ese viernes Simona y Gerardo llegaron al atardecer a ese pequeño paraíso a la orilla del mar, era un pequeño hotel con cabañas para parejas , eran dos adultos de la tercera edad buscando un sitio para estar a gusto lejos del mundanal ruido, él era un viudo pensionado, ella era divorciada con dos hijos ya mayores, se habían conocido en un pequeño bar donde cada uno por su lado añoraban viejos tiempos hasta que un día el destino los puso frente a frente, hubo una fuerte empatía entre ellos pues coincidían en algunos gustos y más que todo tenían como denominador común vivir una gran soledad dentro de la multitud. A la cabaña contigua llegaron casi simultáneamente Carlos y Carolina, dos jóvenes amantes que deseaban estar juntos por primera vez para hacer realidad todos sus sueños eróticos reprimidos, él era un alto ejecutivo de una empresa, casado y con dos hijos, elle era una secretaria ejecutiva de la misma empresa, se habían conocido en el trabajo y había sido atracción física a primera vista, no había amor sólo deseo físico y sobre todo sexual, Carlos era un depredador sexual, obsesionado por el sexo gustaba de todas o casi todas las parafilias, ella era una bomba sexual y había encontrado en Carlos el amante perfecto. Habían planeado ese viaje para realizar todas las fantasías que no podían satisfacer en las pequeñas escapadas que se pegaban en la capital. Las dos cabañas eran contiguas, sólo las dividía una pequeña cerca que era muy fácil de bordear, su construcción en ...
    ... guadua con techos de paja les daban un ambiente muy sencillo y pintoresco pero a la vez las ventanas y puertas no les daba la suficiente intimidad que podía brindar un hotel común y corriente. Simona y Gerardo desempacaron sus maletas, tomaron un pequeño descanso y salieron al comedor, allí pidieron una cena sencilla y una botella de vino espumoso. Carlos y Carolina hicieron casi lo mismo con la diferencia que se quedaron un rato más en el pequeño restaurante tomando el delicioso vino y aprovechando el ambiente romántico para iniciar sus preliminares amorosos. Carlos besaba apasionadamente a su amante y ella correspondía con besos más ardorosos, mientras sus bocas buscaban el placer lingual sus manos recorrían sus cuerpos en forma desaforada buscando en sus sexos las caricias tantas veces esperadas, Carolina muy pronto sacó la verga erecta de Carlos y allí en la incomodidad de ese pequeño espacio no aguantó las ganas de mamar el pene de su amado, Carlos tomando la cabeza de su amante la clavó en su entrepierna para buscar el máximo placer de esas succiones , estaban que desfogaban todos sus instintos reprimidos y decidieron rápido pasar a la cabaña. Simona y Gerardo agotados por el viaje ya descansaban en su cama, Simona no acostumbrada al exceso de alcohol se había quedado dormida y Gerardo en silencio miraba la silueta de Simona, era una mujer de complexión media, su cara era bonita aunque varias líneas de expresión le daban esa apariencia mayor que la hacían más interesante , ...
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