1. De oír se antoja y de ver se afloja


    Fecha: 14/08/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Era la fiesta de los trabajadores de la empresa que mi marido y otros socios poseían, todos estaban ahí en la pequeña fábrica, en el área de oficinas, varias esposas de los socios de mi esposo también habían asistido, en un determinado momento fui al baño que se encontraba en otra área y entré, estaba sentada en la taza del baño haciendo mis necesidades cuando entraron dos chicas que trabajaban ahí, estaban algo tomadas y comenzaron a platicar entre ellas.
    
    -Acabo de ir a buscar a Don Naty y lo encontré allá en su cuartito con la esposa del contador Martínez- dijo una de ellas, y la otra pregunto,-¿La Sra. Alejandra?-,-¡Sí¡, ¿ya ves que se ve tan decente?, ¡pues Don Naty la tenía hincada y la estaba haciendo que le mamará su vergota¡-, -¡Canijo viejo, ya con esta se ha cogido a todas las esposas de los patrones¡, ¿y yo creo que hasta a ti ya te la metió, verdad?-, pregunto la otra con cierta malicia, -¡Como crees, si tiene una cosota enorme y a mí no me cabría eso¡-
    
    -¿Entonces porque fuiste a buscarlo?-, -¡pues solo para platicar¡-, contesto burlonamente una de ellas, -¡Sí, platicar, pero con su vergota¡-, ambas rieron y salieron del baño dejándome con la duda sobre Don Naty.
    
    Don Natividad era un señor de unos 60 años de edad que cuidaba y hacía las labores de limpieza de la pequeña fábrica, de cariño le decían Don Naty, vivía en uno de los cuartos de la parte trasera de la bodega, picada por la curiosidad fui a buscarlo con la esperanza de ver si era cierto que se ...
    ... estaba cogiendo a Alejandra, la esposa del contador Martínez, la cual tendría la misma edad que yo, 35 años, cuando llegué a la parte posterior de la bodega oí ruidos provenientes del cuarto de Don Naty, me asomé tratando de que no me vieran y ahí los vi, en efecto, hincada frente a Don Naty, que estaba sentado en un viejo sillón con las piernas abiertas y los pantalones hasta los tobillos, se encontraba Alejandra comiéndose la verga más grande que yo hubiese visto, eran aproximadamente 25 cms. de dura carne que ella con mucho esfuerzo trataba de meter en su boca.
    
    -¡Así, así, mamacita, trata de meterla toda en tu boquita, aahhhh¡-,decía Don Naty jalando de los cabellos a Alejandra, hundiéndole mas y mas aquella enormidad, la escena era por demás erótica, Alejandra sentada frente a él con su falda casi en la cintura y su blusa desabrochada dejando ver sus enormes pechos y en la boca, la cosota de Don Naty, después ella sacándose la verga de la boca, la puso entre sus enormes pechos y juntándolos con ambas manos lo empezó a masturbar diciéndole.
    
    -¡Vengase Don Naty, lléneme de leche las tetas, ahhh¡-, le dijo ella mientras seguía tallando la macana del señor, yo por mi parte sentí mis calzoncitos húmedos, me estaba mojando por aquella visión, hice ruido para alertarlos de mi presencia y vi cuando Alejandra se ponía rápidamente de pie acomodándose el brassier y abrochándose la blusa, bajándose la falda y retirarse apuradamente de ahí ante la súplica de Don Naty.
    
    -¡No me ...
«1234»