1. El Pana de la Moto


    Fecha: 21/06/2017, Categorías: Gays Autor: mikepicaro, Fuente: SexoSinTabues

    ... un tiempo en que me consideraba bisexual, pero a como estaban las cosas ahora más bien se podría decir que soy asexual. Pero ya habrá tiempo de ponernos al día, eso será cosa de otros relatos. Vamos a ver si me animo más adelante, de momento nos centramos en lo que corresponde. El día transcurría normal, entre llamadas a los clientes, navegando por internet y calándome las impertinencias de mis colegas. Pero había un pensamiento recurrente, llegaba como flashback, no sé si les ha pasado. De a ratos llegaba a mi mente, el chico de la moto. El taxista de dos ruedas. No lo había detallado más de un minuto, pero a mi mente llegaba su tez blanca, sus ojos miel aunque con mirada de asesino, sus labios finos que acompañaban su sonrisa desparpajada, su contextura similar a la mía, pero algo más bajo, tendría entre 19 y 20 años. Hasta recordaba que olía bien. Eran pensamientos que llegaban de a ratos y que espantaba cual mosca fastidiosa. Lo cierto que en Mercadolibre conseguí el repuesto que necesitaba para mi carro, así que llamé a Antonio (el mensajero) para que me lo buscara, pero me dijo que andaba hasta el culo (ocupado). Y no se me ocurrió otra mejor idea que llamar, a quien más, a Angelo, que conveniente. Lo más singular de todo esto es que no se me olvidó el número… convengamos en que era fácil de recordar… bueno y que mi subconsciente es un puto en potencia. Angelo: Aló… si diga >>: Pana… necesito una carrera… yo soy el carajo que dejaste en Chuao est… Angelo: … Si ya se ...
    ... papa ¿A qué hora te paso buscando? >>: Ah… esteee… sabes una cosa… mejor no… Angelo: ¿Qué pasó?. >>: Es que necesito buscar un repuesto en Quinta Crespo que compré en Mercadolibre, ¿será que tú puedes buscarlo por mí? Angelo: Si claro papa, cuente con eso >>: ya te paso los datos por mensaje y me haces esa segunda… después cuadramos la carrera Angelo: Ya lo dijo… No suelo ser tan confiado, pero esta vez decidí hacerlo. Lo curioso, me contestó como si estuviese esperando mi llamada o serian ideas mías… a estas alturas no sabía. Lo cierto es que a medida que transcurrían las horas me ponía más inquieto, el tipo de la moto no se reportaba. Terminó la jornada de trabajo y nunca llamó. Lo llamé, pero tenía el móvil apagado. Me quedé con una cara de tonto, que me sentí el tipo más imbécil del planeta por lo que quedó del día. Que sensación tan perra. Así transcurrieron las horas, así terminó mi día, así comenzó mi mañana. Ese sábado lo llamé un par de veces y nada. Me di por vencido… por robado, que más. De repente, eran las 9 de la mañana cuando suena el teléfono, y sí, era él. Angelo: Coño pana me da pena contigo… pero se me jodió la batería del teléfono… le acabo de poner otra por eso te estoy llamando ¿Tú le creerías? Ah pero que tanto… >>: Tranquilo pana…¿buscaste la vaina? Angelo: si, aquí la tengo… ¿A dónde te la llevo? Dudé un segundo >>: Te paso la dirección por mensaje, me avisas cuando estés abajo Angelo: Ya lo dijo… voy saliendo Ahí estaba… franelilla blanca, shorts negros ...