1. Mis recuerdos 2


    Fecha: 12/02/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    No podía creer lo que me había pasado, me sentí tan bien, tan relajada. Cuando Facundo se fue, me recoste contra la puerta, suspirando, felíz. La bombacha que tenía entre las piernas se humedecia cada vez más. Cuando me estaba duchando, cerraba mis ojos y sentía la pija de Facu entrando y saliendo de mi concha, ya había perdido la cuenta de cuando fue la última vez que había disfrutado, y con Facundo había disfrutado tanto, que me parecía mentira. Pasaron los días y no podía sacarme a Facundo de la cabeza, quería volver a estar con él, pero también tenía miedo de confundirme. «Hola Facu, como estás, soy Verónica, te acordás de mí?», le dije con miedo que no me recuerde. «Hola Vero, como estás, claro que me acuerdo de vos, estaba deseando que me llamaras», me respondió. Yo hablaba con el y me temblaban las piernas, sentía un tremendo cosquilleo entre mis piernas. «Cuando podes venir?», le dije muerta de vergüenza. «Ya mismo si queres», me dijo, y quedamos que venía en unos minutos. Yo temblaba de nervios, de excitada. Cuando escucho el timbre, di un salto de los nervios que tenía. Cuando entra en casa, nos empezamos a besar, el me acariciaba toda, mis tetas, mis nalgas. «Vero, que hermosa cola que tenés», me dijo besando mi boca, apretando mis nalgas. «Te gusta?, si querés me la podes meter por ahí», le dije sin dejar de besarnos, y Facundo me iba desnudando. «Me vas a dejar que te haga la cola?», me dijo sorprendido. «Sí», le dije dejando que me saque el corpiño y me chupe ...
    ... las tetas. Nos fuimos a mi dormitorio y mientras Facu se desnudaba yo me saqué la bombacha. Yo veía como me miraba Facundo, me daba un poco de vergüenza, pero también vi que me miraba con deseo, no le importaban mis tetas caídas ni mi panza, me empezó a acariciar los pies, subiendo por mis piernas, me hizo abrir las piernas y me miraba la concha. Empezó a pasar sus dedos, yo estaba mojada, fue metiendo su cabeza entre mis piernas haciendo que de un fuerte grito cuando la empezó a lamber, a besarla, a chupar mi concha. Yo daba fuertes gemidos, abriendo lo más que podía mis piernas, siento que me mete un dedo y lo mueve dentro, lo saca y la sigue chupando, yo levantaba mi cuerpo sin dejar de gemir mientras él metía un dedo y después otro en mi cola, que los movía dentro sin dejar de chupar mi concha. «Facu, dame por la cola, haceme la cola», le pedía yo sintiendo como movia sus dedos. Facundo dejó que me acomode, me puse en cuatro en medio de la cama, bajé bien mi cuerpo, levantando bien la cola, me abri bien las nalgas, sentí como Facundo me pasaba saliva por el ojete, como la apoya y me la empieza a meter. La pija de Facundo es más grande que la de mi marido, yo gemia de dolor y placer a medida que Facu me la iba metiendo. Era suave pero seguro, sentía como entraba su pija, como mi ojete se abría hasta que siento sus huevos pegados a mi concha. Me la había metido toda en la cola. Me agarró de las caderas y empezó a sacarla y meterla, lo hacía con tal delicadeza que solo sentía ...
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