1. APRENDIENDO A SER SISSY 1


    Fecha: 09/02/2019, Categorías: Transexuales Lesbianas Fetichismo Autor: campi21, Fuente: xHamster

    Aprendiendo a ser sissy 1Buenas, me llamo Luis. No es mi verdadero nombre, pero prefiero preservar mi identidad. Lo que voy a contarles sucedió el verano anterior. Recién cumplía yo los 23 años. Por aquel entonces era virgen y en mi mente pasaban toda clase de fantasías sexuales. Con mujeres, con transexuales y hasta con hombres. Tanto jóvenes y con cuerpo de gym, hasta ancianos que podrían ser mi abuelo. Me excitaba pensar que era sumiso y era sometido por hembras y machos rudos.Yo vivo en un pueblo de España. Terminé la universidad y encontré empleo como mozo de almacén, que me daba dinero suficiente para poder irme de casa. Así, y mientras buscaba empleo de lo que yo estudié (Informática) me mudé a un piso, independizándome al fin.Entonces decidí hacer mis fantasías realidad: contacté con una ama dominante por Internet, y le conté mi situación. Ella dijo que si quería ser su sumiso, debía obedecerla en todo sin rechistar. Le pregunté sobre el pago, pero ella misteriosamente dijo que ya le pagaría y que me diría de qué forma. Intrigado, la escuché. Dijo que me enseñaría a ser buen sumiso. Acordamos vernos en su chalet, a las afueras de la ciudad. Fui allí en mi coche y al llegar, llamé a su puerta. Estaba nervioso. Me temblaba el pulso; no sabía que iba a encontrar ahí. Charlamos bastante antes de vernos, varios días de hecho. Vi fotos suyas también. Era guapa: cabello negro, ojos castaños. Tenía treinta años. Era delgada, y tenía algo de musculo, se notaba que iba al ...
    ... gimnasio. Se llamaba Carmen. Carmen me abrió la puerta. Iba vestida solo con un bikini rojo. Sus labios eran gruesos y carnosos, color cereza. Tenía un buen escote.¡Hola Luis ! — me saludó alegremente.Me abrazó y por un momento sus tetas se estrujaron en mi pecho. Noté mi pene empalmarse.Carmen abandonó el abrazo y me llevó adentro. El patio era bonito: lleno de césped y una piscina en el centro. Llegamos al porche y entramos. Nada más entrar, vi un salón con dos sofás y una cocina enfrente. Había un par de habitaciones a la izquierda, que llevaban al dormitorio y al cuarto de baño. Esa casa fue construida especialmente para ella, según me contó. No tenía segunda planta, pero sí sótano y azotea.Siéntate corazón. ¿Te apetece café?Eran las cinco de la tarde y la calor me estaba dando sueño, así que acepté. Carmen puso el aire frío y, ya más cómodos, ella empezó a hablar:Mucha gente confunde dominación, con abolir la voluntad. Nada de eso. Quiero que veas esto como un juego. Juegos de adultos. Nos lo estamos pasando bien. No hacemos daño a nadie. Yo estoy aquí para cumplir tus fantasías. Y respecto al dinero — me guiñó un ojo —. Lo sabrás en su momento.Y dígame, ¿cómo puedo aprender a ser sumiso?Me gusta tu pregunta — se veía encantada realmente —. Verás, en términos simples, se trata de que aprendas a obedecer. Te iré dando una clase de órdenes y tendrás que cumplirlas. Sino, hay castigo. Obviamente hay límites. Yo tengo una forma de trabajar algo... curiosa. En vez de marcar los ...
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